Publicado: julio 6, 2025, 11:49 am

Las elites económicas francesas, empresariales e intelectuales tienen una opinión catastrófica de Emmanuel Macron, presidente, François Bayrou, primer ministro, y la clases polÃtica, que François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia ha resumido con esta sentencia: «Nos encontramos … en una situación de urgencia absoluta».
Como cada año, los Encuentros económicos de Aix-en-Provence, organizados por el CÃrculo de los economistas (liberal), reúne a los empresarios más influyentes de Francia, acompañados de personalidades de referencia. La edición de este año ha terminado este fin de semana con un rosario de quejas y visiones muy alarmistas de la situación polÃtica nacional, pesando de manera inquietante sobre la economÃa, el comercio, vÃctimas del incremento desastroso de los déficits del Estado y la Deuda pública.
Dirigiéndose a sus colegas, Sophie Boissard, directora general de Clariane, resumió la situación de este modo: «En otro tiempo, el Estado planificador era el motor de la economÃa nacional. Hoy, el motor de nuestra economÃa son las empresas, vÃctimas de la mala gestión de las finanzas públicas, amenazando nuestra posición en la zona euro». Fue aplaudida por una sala en pie de patronos muy crÃticos con la situación.
Pierre-André de Chalendar, director general de Saint-Gobain, lanzó esta sentencia a sus colegas: «Francia necesita a corto plazo 45.000 millones de recortes, y más de 100.000 millones los próximos años. El Gobierno es incapaz de resolver esos problemas, sencillamente. Tras las vacaciones, la situación será peor y estaremos a las puertas de otro voto de censura, otra crisis gubernamental, la tercera en un año corto. No podemos seguir asÃ. El inmovilismo del presidente, el inmovilismo del gobierno y la inexistencia de mayorÃa para gobernar solo pueden empeorar la crisis».
Jean-Hervé Lorenzi, economista de referencia, fundador de los Encuentros, ha hecho este balance de la crisis polÃtica más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962: «Estamos en una situación crÃtica. Necesitamos restaurar los equilibrios presupuestarios del Estado. Estamos en un momento único de nuestra historia. Desde el viernes, Francia se endeuda más rápido y a un precio más caro que Italia. Si no se ataja la crisis de la deuda perderemos nuestra soberanÃa».
El presidente de Orange, Jacques Aschenbroich, hace este análisis de la coyuntura nacional: «Francia retrocede en el ranking internacional, vÃctima de la incapacidad de los gobiernos de restaurar las finanzas del Estado. Un año después de la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones anticipadas la situación es peor. No hay mayorÃa parlamentaria sólida, extrema izquierda y extrema derecha son las fuerzas mayoritarias. No cabe descartar una nueva disolución a finales del verano o principios del otoño. Entonces ganará la extrema derecha. Y a ver qué hacemos con Marine Le Pen, condenada por extorsión de fondos al Parlamento Europeo».
Esas intervenciones, entre otras, son un «pálido» reflejo del estado de ánimo de los patronos franceses más influyentes.
Inspirándose en Donald Trump, François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, comenzó su intervención lanzando al aire una gorra que decÃa: «Make Europe Great Again». «Hacer Europa Grande de Nuevo». Proyecto ambicioso, reconoció Villeroy de Galhau, que matizó de este modo: «Nuestro futuro pasa por Europa, por la zona euro, pero, antes de nada, debemos sacar a Francia de una crisis sin precedentes. Estamos en una situación de urgencia absoluta. Nuestros polÃticos nos han metido en un atolladero del que debemos salir cuanto antes».