Publicado: julio 5, 2025, 11:09 am
Muchas personas empiezan el día con una tarea doméstica: hacer la cama. Algunos expertos creen que es una buena forma de afrontar los retos que nos vamos a encontrar durante el día.
Pero ahora, en las fechas más calurosas del año, podría no ser la mejor idea, y por una cuestión de higiene. Es lo que recoge el Daily Mail en un reportaje publicado este sábado.
Este medio cita a la doctora Seeta Shah, experta en trastornos del sueño: «Como especialista en sueño, a menudo recuerdo a las personas que lo que uno hace después de despertarse puede tener el mismo impacto en la salud del sueño que lo que uno hace antes de acostarse«.
Uno de los hábitos más sorprendentes que Shah recomienda abandonar a sus pacientes es hacer la cama inmediatamente después de levantarse, especialmente en los meses de verano.
«Durante la noche, el cuerpo libera de forma natural calor, sudor y partículas microscópicas de piel en la ropa de cama. En verano, cuando las temperaturas son más altas y la humedad suele ser elevada, este efecto se intensifica», explica la doctora Shah.
Al hacer la cama inmediatamente después de levantarse, se sella toda la humedad y el calor directamente en el colchón y las sábanas. Desde un punto de vista fisiológico, esto crea un microclima bajo las sábanas que es a la vez cálido y húmedo; condiciones ideales para el crecimiento de microbios y alérgenos, especialmente hongos y ácaros del polvo.
La idea de que tu cama se convierta en un caldo de cultivo para todo tipo de bacterias es bastante mala en sí misma, pero esto podría resultar en una peor noche de sueño, particularmente si ya sufres de algún tipo de problemas respiratorios o alergias.
«Los ácaros del polvo son criaturas microscópicas que se alimentan de células cutáneas muertas y proliferan en ambientes húmedos», afirma la doctora Shah.
«No pican, pero su presencia (y sus excrementos) puede afectar significativamente a quienes padecen asma, eccema o alergias«, prosigue. Para evitar que se multipliquen, Shah recomienda esperar de 30 a 60 minutos antes de hacer la cama por la mañana.
«Al dejar la cama sin hacer, con el edredón recogido, se permite que el aire y la luz natural sequen la superficie, alterando el ambiente húmedo del que dependen los ácaros», concluye.