Publicado: mayo 22, 2025, 5:28 pm
Un equipo multidisciplinar de cientÃficos ha desarrollado y probado en personas y ratones unas lentes de contacto que convierten la luz infrarroja en luz visible y permiten la visión nocturna, incluso con los ojos cerrados. Las lentes, diseñadas por un equipo de neurocientÃficos y cientÃficos especializados en materiales de China y de la Universidad de Massachusetts, no necesitan una fuente de energÃa y permiten al usuario recibir múltiples longitudes de ondas infrarrojas a la vez.
Y es que, al ser transparentes, permiten que los usuarios puedan ver tanto la luz infrarroja como la visible simultáneamente, aunque la visión infrarroja mejoraba cuando los participantes tenÃan los ojos cerrados, según apuntan los autores del estudio, publicado este jueves en la revista Cell Press.
«Nuestra investigación abre la posibilidad de que dispositivos portátiles no invasivos doten a las personas de supervisión«, ha afirmado el autor principal, Tian Xue, neurocientÃfico de la Universidad de Ciencia y TecnologÃa de China. «Hay muchas aplicaciones potenciales para este material. Por ejemplo, la luz infrarroja parpadeante podrÃa utilizarse para transmitir esta información en entornos de seguridad, rescate, encriptación o lucha contra la falsificación», detalla.
NanopartÃculas que detectan luz
La tecnologÃa de lentes de contacto utiliza nanopartÃculas que absorben la luz infrarroja y la convierten en longitudes de ondas visibles para los ojos de los mamÃferos. Estas nanopartÃculas permiten detectar la «luz infrarroja cercana», es decir, la luz en el rango de 800-1600 nanómetros, la que está justo por debajo de la luz roja que los humanos pueden ver.
En estudios previos, el equipo ya demostró que las nanopartÃculas citadas permiten la visión infrarroja en ratones cuando se inyectan en la retina, pero querÃan diseñar una alternativa menos invasiva. Para llevarlo a cabo, combinaron las nanopartÃculas con polÃmeros flexibles no tóxicos como los que se usan en las lentes de contacto blandas estándar y tras demostrar que eran seguras, las probaron en personas y en ratones.
Fue en las pruebas cuando comprobaron que los ratones que llevaban lentillas parecÃan ver longitudes de ondas infrarrojas. Por ejemplo, cuando se les dio a elegir entre una caja oscura y otra iluminada con infrarrojos, los ratones con lentillas elegÃan la caja oscura, mientras que los ratones sin lentillas no mostraban ninguna preferencia. Los ratones también mostraron señales fisiológicas de visión infrarroja: las pupilas de los ratones con lentes de contacto se contrajeron en presencia de luz infrarroja, y las imágenes cerebrales revelaron que la luz infrarroja hacÃa que se iluminaran sus centros de procesamiento visual.
En las personas que las probaron, las lentillas infrarrojas permitieron a los participantes detectar con precisión señales intermitentes similares a las del código morse y percibir la dirección de la luz infrarroja entrante. «Está clarÃsimo: sin las lentillas, el sujeto no puede ver nada, pero con ellas, puede ver claramente el parpadeo de la luz infrarroja», destaca Xue. «También descubrimos que cuando el individuo cierra los ojos, es aún más capaz de recibir esta información parpadeante, porque la luz infrarroja cercana penetra en el párpado con más eficacia que la luz visible, por lo que hay menos interferencias de la luz visible», puntualiza.
La codificación de colores
Estas lentes de contacto también permiten a los usuarios diferenciar entre distintos espectros de luz infrarroja para codificar por colores las distintas longitudes de onda infrarrojas. Por ejemplo, las longitudes de onda infrarrojas de 980 nm se convirtieron en luz azul, las de 808 nm en luz verde y las de 1.532 nm en luz roja.
Este avance, además de permitir a los usuarios percibir más detalles dentro del espectro infrarrojo, lo que podrÃa ayudar a los daltónicos a ver longitudes que de otro modo serÃan incapaces de detectar. «Al convertir la luz roja visible en algo parecido a la luz verde visible, esta tecnologÃa podrÃa hacer visible lo invisible para los daltónicos«, asegura Xue.
Hasta el momento, las lentes de contacto sólo son capaces de detectar la radiación infrarroja proyectada desde una fuente de luz LED, pero el equipo trabaja para aumentar la sensibilidad de las nanopartÃculas de modo que puedan detectar niveles más bajos de luz infrarroja. «En el futuro, trabajando con cientÃficos de materiales y expertos en óptica, esperamos fabricar una lente de contacto con una resolución espacial más precisa y una mayor sensibilidad», avanza Xue.