Publicado: abril 21, 2025, 6:17 am
El desayuno debería aportarnos el 20 por ciento de las calorías totales del día, según la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética. La primera comida del día, después del ayuno nocturno, debe proporcionar la cantidad necesaria de minerales (calcio, potasio, magnesio) y vitaminas, así como algún hidrato de carbono integral, de absorción lenta, y proteínas. Comenzar el día con un desayuno equilibrado, variado y energético es fundamental para la salud.
Hasta aquí, todos de acuerdo. Sin embargo, en el otro lado de la ecuación, existen alimentos nefastos en lo que se refiere a ese equilibrio saludable. El doctor Alexandre Olmos, experto en epigenética y medicina del deporte, habla en un vídeo en sus redes sociales de tres productos que habitualmente consumimos en España en el desayuno y que resultan potencialmente peligrosos.
Desayuno: una combinación de alimentos saludables
Todos sabemos que la bollería industrial, los cereales llenos de azúcar y los zumos suben considerablemente las cifras de azúcar en sangre, algo que desestabiliza desde primera hora de la mañana nuestro equilibrio energético del día. A los picos de glucemia, si no nos alimentamos correctamente, les seguirá la inflamación y un estado de cansancio crónico.
Fruta fresca sí, pero siempre entera; cereales, mejor integrales; cantidades razonables en general; proteínas como huevos, pero cocinados sin grasa; aguacates ricos en ácidos grasos omega-3, cardiosaludables… son algunos productos que debemos incorporar al desayuno.
Según el doctor Alexandre, hay alimentos en nuestras cocinas que seguro que nunca nos hemos preguntado si pueden ser nocivos para nuestra salud, y que ingerimos alegremente sin plantearnos que deberíamos eliminarlos de la dieta. En concreto, el experto se centra en tres ‘bestias negras’ de la alimentación con la que comenzamos a afrontar el día, y que enumeramos a continuación.
1. El café torrefacto y su (desaconsejable) poder inflamatorio
Aunque tomar un café por las mañanas, en principio, no es un hábito negativo, sí deberíamos tener cuidado (según explica el doctor en sus redes sociales) con no tomar café torrefacto. Aunque muchas personas lo desconocen, lo cierto es que este tipo de café tan habitual en España está tostado con gran cantidad de azúcares refinados.
Además de ser perjudicial para la salud, y en especial para la glucosa matutina, los compuestos químicos que se generan en el proceso de tostado de este café abonan el campo a la inflamación digestiva, al tiempo que limitan la capacidad de nuestro cuerpo para asimilar los nutrientes que necesita.
Así pues, Olmos recomienda elegir bien el café que tomamos, con especialidades naturales y sin añadidos nocivos para la salud. Bastará con que preguntemos la manera en la que ha sido elaborado.
2. Zumos de frutas, una bomba glucémica a evitar
Por muy saludable que sea la fruta fresca, que lo es (siempre mejor de temporada), eliminaremos sus propiedades beneficiosas si, en vez de comerla entera, la exprimimos. Queda muy bonito en un desayuno acompañarlo de un zumo de naranja, de frutas variadas, o en formato smoothie. Sin embargo, al licuarlas estamos eliminando su fibra, por lo que la absorción de azúcar es inmediata y los niveles subirán de manera brusca.
Un zumo de fruta, aunque sea natural, es garantía inmediata de pico glucémico, un efecto peligroso para nuestra salud digestiva, para los niveles de glucosa y para la inflamación. La fibra de la fruta entera, hace que los azúcares naturalmente presentes entren en la sangre de manera progresiva y más saludable. Aunque en un principio pensemos que es un chute de energía lo que nos provoca, tan rápida como la subida va a ser la bajada, y la sensación de cansancio inmediata.
3. Ni pan blanco ni cereales con azúcar: el error más habitual
El doctor Alexandre Olmos hace hincapié en el tercer alimento ‘maldito’ del desayuno, el peor de todos y el que más presente está en los desayunos de los españoles.
«Este tercero es el peor y el más frecuente, y consiste en desayunar pan blanco o cereales azucarados. Este desayuno va a disparar los niveles de azúcar en sangre de forma muy rápida aunque, después de unas horas, generará una brusca caída de energía, que traerá consigo antojos descontrolados. Este tipo de alimentos, además, no contienen los nutrientes esenciales que necesita nuestro cuerpo», concluye.