Publicado: marzo 8, 2025, 5:03 pm

Al menos 25 personas han muerto en Ucrania en la última oleada de ataques rusos, según las autoridades ucranianas, mientras el conflicto no da señales de remitir. Las autoridades regionales de la provincia de Donetsk han declarado día de luto el sábado 8 de marzo … tras el bombardeo ruso. «El ataque de ayer en Dobropilia fue uno de los más brutales de los últimos tiempos. Hasta el momento se sabe que murieron 11 personas y otras 30 resultaron heridas. ¡Honremos la memoria de las víctimas de la agresión rusa!», manifestó el gobernador, Vadim Filashkin por la mañana.
Los vídeos publicados en redes sociales y medios de comunicación retratan una serie de potentes explosiones contra una zona residencial de esta localidad situada 30 kilómetros de la estratégica Pokrovsk. «Esto es un infierno» decía unos de los bomberos en la filmación a medida los impactos se repetían. Las fuerzas de Putin lanzaron primero dos misiles balísticos, según informó el presidente ucraniano, y cuando llegaron los servicios de emergencias, los rusos volvieron a disparar sus mortíferos proyectiles contra la población civil y los rescatistas. Esta es una vieja táctica que agrava todavía más las consecuencias de sus ataques.
Zelenski condenó los hechos e insiste en aumentar la presión sobre el estado agresor: Estos ataques demuestran que los objetivos de Rusia no han cambiado» afirmó el mandatario ucraniano en sus redes sociales.
La Fiscalía Regional de Donetsk informó a primera hora de la tarde que hay a más de 40 y los muertos ascendieron a 11, entre ellos seis niños. Una veintena de viviendas han sido destruidas. Además del bombardeo sobre Dobropillia, también en Járkov se tuvieron lamentar pérdidas humanas. Los drones rusos impactaron contra un edificio civil en la localidad de Bogodukhiv, quitando la vida a otros tres civiles.
La embajadora de Estados Unidos en Ucrania mostró públicamente su consternación por el bombardeo ruso. «Horrorizada al ver que los ataques nocturnos afectaron varias partes de Ucrania, matando a 11 personas e hiriendo a 40, incluido un doble ataque que alcanzó a los equipos de emergencia en Dobropillia», escribió Bridget Brink en su cuenta de X.
Las fuerzas de Moscú no dan tregua al país vecino y cada día se contabilizan decenas de drones sobre los cielos ucranianos. Pero desde Washington, el que había sido uno de los principales valedores del esfuerzo bélico ucraniano, la lectura es otra. Putin quiere la paz, afirmó Donald Trump desde el Despacho Oval el viernes. Para el mandatario estadounidense se torna más complicado tratar con Kiev que con Moscú, apunta. Además, aseguró que su objetivo es salvar vidas, pero cuando los periodistas le preguntan sobre la falta de asistencia para la defensa aérea y las consecuencias para las vidas de los ucranianos, Trump dice que necesita saber si Kiev está dispuesto negociar.
El alineamiento de Washington con Moscú es cada día más tangible. Pero Ucrania sigue apostando por reconducir las relaciones con la Administración de Estados Unidos. La próxima reunión de alto nivel entre representantes ucranianos y estadounidenses tendrá lugar esta semana en Arabia Saudí. Zelenski no participará personalmente, aunque ya ha designado al equipo. La delegación ucraniana estará compuesta por el ministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sybiga, la primera viceprimera ministra y ministra de Economía, Yulia Svyrydenko, el ministro de Defensa, Rustem Umerov, el jefe de la Oficina Pesidencial, Andrii Yermak y su adjunto de Yermak, Pavlo Palisa.
Estados Unidos beneficia a Rusia
Este encuentro tendrá lugar tras el congelamiento de la ayuda militar y de la interrupción en el suministro de datos de inteligencia ordenado por la Casa Blanca. Decisiones que ya están tienen efecto sobre el campo de batalla y pueden suponer un alto coste en vidas civiles. Los militares ucranianos han perdido capacidades en sus ataques de medio y largo alcance contra los principales objetivos rusos más alejados de la línea de contacto. «Realmente está causando una ventaja para el enemigo en la línea del frente», dijo un oficial ucraniano a la revista ‘Time’.
Una de las zonas más complicadas para los defensores en esto momentos es Kursk, la provincia rusa parcialmente controlada por Ucrania desde agosto de 2024. Allí los rusos han cortado prácticamente la logística de las fuerzas de Kiev y hay temores de que una guarnición de 10.000 militares ucraniano quede cercada por las fuerzas rusas, según las informaciones obtenidas por el medio británico ‘The Telegraph’. La incursión de Kursk fue una de las grandes apuestas de Zelenski y su Estado Mayor, su intención era retener este territorio para intercambiarlo por áreas nacionales bajo control ruso en un eventual proceso de paz.
La brecha abierta por Trump también ha envalentonado a las tropas invasoras mientras castiga la moral del Ejército de Zelenski. El Instituto para el Estudio de la Guerra (IWS, por sus siglas en inglés), una institución de referencia en el análisis de la invasión rusa, ha detectado un incremento en las operaciones rusas en Chasiv Yar y los ataques a Konstantinivka. Zonas geográficas clave para la defensa de Donetsk. Los expertos del ISW evalúan que «Cualquier pausa a largo plazo o el cese de la ayuda estadounidense a Ucrania probablemente afectará significativamente la capacidad de Ucrania para defenderse… y beneficiará las operaciones ofensivas rusas a lo largo de toda la línea del frente».
Ucrania, a pesar de esta situación, mantiene sus capacidades para seguir atacando al sector energético ruso. La inteligencia militar de Kiev ha informado el sábado que sus drones atacaron un complejo de refinación de petróleo en la región de Leningrado de la Federación Rusa.