¿Es ser de izquierdas apoyar a los palestinos y a Hamás? ¿Y ser de derechas apoyar al Estado de Israel? La política del Gobierno de Pedro Sánchez de choque frontal con Israel -que ahora gobierna una coalición de la derecha y la … extrema derecha, pero no siempre fue así- vuelve a plantear el falso dilema.
No obstante, los hechos indican que ésa es la percepción del Gobierno socialista español, en particular desde el comienzo de la guerra en Gaza tras el ataque de Hamás en territorio israelí del 7 de Octubre de 2023.
El primer choque de entidad se produjo durante la visita oficial a Israel de Sánchez, el 24 de noviembre de 2023, en su calidad de presidente de turno de la Unión Europea. El jefe del Ejecutivo español declaró que los atentados de Hamás «no pueden implicar la muerte de miles de niños por parte del Ejército hebreo». El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no ocultó su indignación -»¿qué hay que hacer entonces con esos criminales?«- y la embajadora de España fue llamada a capítulo. Días antes de este grave incidente, Sánchez había reconocido el Estado palestino, y había nombrado ministros a dos de los pocos eurodiputados que no quisieron votar en la UE para condenar los ataques de Hamás.
Su prejuicio contra Israel motivó, posiblemente, que España fuera uno de los pocos países del mundo que tampoco criticara los ataques aéreos de Irán contra el Estado hebreo en abril de 2024. Pedro Sánchez se limitó a expresar «su preocupación» por los hechos. En unas declaraciones públicas, el ministro israelí de la Diáspora, Amichal Chicli, calificó al jefe del Ejecutivo español como «un cero absoluto».
El 22 de mayo, en una acción coordinada, España, Irlanda y Noruega firmaron el el reconocimiento oficial del Estado palestino. El resto de los países de la UE, empezando por los más fuertes, así como Estados Unidos, se negaron a hacerlo reafirmando su postura tradicional. Solo reconocerán el Estado palestino «como parte de una solución política a largo plazo», al término de la negociación de su encaje con el Estado de Israel. Tres días después, el 25 de mayo, en el Día de las Fuerzas Armadas, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, tildó las operaciones del Ejército israelí en la franja de Gaza de «auténtico genocidio».
Proceso a Israel por genocidio
Como corolario de esa nueva dimensión de los ataques, España se sumó el 28 de junio del año pasado al «procedimiento contra Israel por genocidio» iniciado meses antes por Sudáfrica ante la Corte Penal Internacional. «La intención del Gobierno es ayudar al tribunal a esclarecer lo que está sucediendo y poder detener la guerra«, dijo entonces el ministro de Exteriores, Albares. El tribunal, creado hace más de dos décadas para investigar crímenes de lesa humanidad, no ha sido reconocido por Israel ni por Estados Unidos, la India, Rusia y China.
La crisis política y diplomática entre España e Israel -que abre un nuevo capítulo con la admisión o no de refugiados de Gaza- es con diferencia la más grave de la historia de los dos Estados, y tiene repercusiones en el intercambio comercial y sobre todo en el cultural. Recuerda además la aprensión que sintió la dictadura de Franco hacia el Estado de Israel.
El dictador protegió a muchos judíos durante la era nazi, pero sentía aversión hacia el proyecto sionista ya que consideraba que el nuevo Estado de Israel (1948) era un instrumento de la Unión Soviética. Por el contrario, como ocurre ahora, la diplomacia española durante el franquismo propició todo tipo de encuentros e iniciativas con los líderes árabes. España no reconoció el Estado de Israel hasta 1986.