El Gobierno de Donald Trump ha anunciado este jueves que ha confiscado un avión de las autoridades venezolanas en República Dominicana por la violación de las sanciones estadounidenses interpuestas previamente al Ejecutivo de Nicolás Maduro, lo que constituye la segunda acción de este tipo realizada por Washington en los últimos meses.
El secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Marco Rubio, que se encuentra en República Dominicana, donde ha supervisado la confiscación, ha asegurado que junto a sus socios regionales seguirá «contrarrestando cualquier plan para evadir las sanciones estadounidenses».
«La incautación de esta aeronave venezolana, utilizada para evadir las sanciones estadounidenses y el lavado de dinero, es un poderoso ejemplo de nuestra determinación de exigir cuentas al régimen ilegítimo de Maduro por sus acciones ilegales», ha expresado a través de su perfil en la red social X.
El Departamento de Justicia estadounidense ha indicado a través de un comunicado que se trata de una aeronave ‘Dassault Falcon 2000EX’, que había sido utilizada por la sancionada empresa estatal venezolana de petróleo y gas natural (PDVSA), y cuyo mantenimiento y servicio «se realizó de manera ilegal utilizando piezas importadas de Estados Unidos».
«El uso de piezas fabricadas en Estados Unidos para reparar y mantener aeronaves operadas por entidades sancionadas como PDVSA es intolerable», ha declarado el jefe de la división de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, Devin DeBacker.
Trump emitió en 2019 una orden ejecutiva que, entre otras cosas, prohibía a los ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con personas que actuaran directa o indirectamente para PDVSA, tras lo que el Tesoro identificó 15 aeronaves como propiedad bloqueada.
Segundo avión confiscado a Venezuela
Según la investigación, PDVSA compró el avión a Estados Unidos en 2017 y lo exportó a Venezuela. Tras la imposición de sanciones a la compañía y la identificación del ‘Dassault Falcon 2000EX’ como propiedad bloqueada, la aeronave fue reparada y mantenida en múltiples ocasiones utilizando piezas de Estados Unidos, como frenos, pantallas de vuelo y ordenadores de gestión de vuelo.
Además, habría transportado, entre otros, al entonces ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Salvador Quevedo Fernández (2017-2020), que también está sancionado por las autoridades estadounidenses, a una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a Emiratos Árabes Unidos.
A principios de septiembre de 2024, Washington confiscó el avión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que se encontraba requisado en República Dominicana desde principios de este año, alegando que fue adquirido y ha operado contraviniendo las sanciones, a lo que Caracas respondió denunciando la «piratería» estadounidense.