La reforma previsional vive semanas claves en el Congreso, por lo que ya adelantó el Gobierno que el Presidente Gabriel Boric solicitará una sesión en la Cámara de Diputados para se vote el proyecto «cuanto antes».
Así lo explicó a Cooperativa esta mañana el ministro Álvaro Elizalde quien resaltó que «estamos hablando de una reforma que tiene cierta transición. Si no se aprueba en enero hay que esperar hasta marzo, (dejando a febrero como) un mes perdido para efectos de se empiecen a contar los plazos que permitan ir otorgando los beneficios que establece esta para los pensionados y trabajadores pronto a pensionarse».
El miércoles, en tanto, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) expuso en el Senado que el proyecto tiene 11 riesgos fiscales, pero ninguno es insalvable. Por ello, entregó diversas propuestas de mitigación -que pueden ser implementadas con indicaciones o compromisos de protocolo de acuerdo- para ser subsanados.
Al respecto, el exministro de Economía Carlos Ominami, presidente de la fundación Chile 21, comentó en El Primer Café que «son todas observaciones que son razonables y son subsanables. Es cierto, hay incertidumbre, hay dudas respecto de la recaudación fiscal, pero me parece que el Consejo Fiscal está haciendo su trabajo».
Además, dijo, «en la propia ley existe una obligación de hacer una evaluación al cabo de los tres años de funcionamiento de esta. Es una idea que también he sostenido, encuentro que esa evaluación debiera ser no solamente obligatoria, debería ser vinculante para los efectos de determinar si los supuestos con los cuales se construyó el proyecto se han ido verificando o no se han ido verificando».
«El hecho de que exista esta puerta para evaluar puede darle también tranquilidad a muchos que tienen aprensiones, porque hay un conjunto de aprensiones que no se van a poder resolver en tan corto plazo», añadió en Cooperativa.
Un elefante en la habitación
La economista de la Universidad San Sebastián Michèle Labbé sostuvo que el CFA no pudo evaluar «la sostenibilidad de la deuda si es que se daba el 0,5% de recaudación que indicó el Fondo Monetario Internacional que iba a tener esta ley, no el 1,5% que dice el gobierno».
«La CFA dijo lo obvio que tenía que decir, ocupó las tablas de Hacienda, no le dieron tiempo para hacer más. A mí me parece de una irresponsabilidad supina. Y de hecho, si yo hubiera sido parte del CFA, yo les digo, ‘ustedes están aprobando una ley sin tener una evaluación, porque no nos dieron el tiempo'».
Labbé planteó que en el proyecto existe «una trampa burda para tratar de engañar las cifras y, yo creo, que el CFA debió haber dicho algo al respecto».
Para la economista, en esta discusión hay un «elefante en la habitación», ejemplificado en «la premura con que se está votando».
«Las indicaciones del Gobierno redactadas con el acuerdo eran 180 páginas que se entregaron el 17 de enero en un comparado que tenía 700 páginas, que se votó en tres días. Yo todavía no logro terminar de leer ese comparado, porque además es un comparado con indicaciones técnicas. Entonces uno tiene que ir analizando las indicaciones. Yo todavía no termino de leerlas. Y ellos lograron votarlas», cuestionó.
Labbé indicó que «el elefante en la habitación es (…) que si se aprueba en enero, la PGU subiría antes de las elecciones. ¿Ustedes no creen que es una irresponsabilidad gigantesca que se esté votando sin leer (…) sólo porque alcanzan a generar un beneficio antes de la elección? Ese es el elefante en la habitación».
Tiempo para la discusión
Todo ello fue abordado en El Primer Café de este jueves. Macarena García, del think tank Libertad y Desarrollo, expresó que «esta es una política tremendamente cara y que compromete de aquí para adelante a todas las generaciones. Entonces no es que uno diga, ‘uy, me equivoqué y deshago’. Esto ya no se deshace. Esto es muchos recursos fiscales, muchos recursos de los trabajadores».
«Lo que uno quisiera justamente es un problema de tiempo. Nos hubiera gustado que el CFA tuviera todo el tiempo para calcular sus propios escenarios de riesgo y decir qué opina de eso. Y también nos importa que el Parlamento tenga su tiempo. Esta es una reforma tremendamente grande», remarcó
García añadió que «el tema del tiempo es un temazo para mi gusto. Y al CFA (…) le faltó tiempo porque los tiempos apremian. Y ahí para uno es difícil de entender por qué hay que sacarlo en dos días, esta tremenda reforma».
«Son años de años discutiendo distintos tipos de proyectos. Este tipo de proyecto, esta indicación entró recién y es tremendamente distinto a lo que había antes. Entonces no es que vengamos 10 años discutiendo este proyecto en particular», defendió.
«Discusión ya está polarizada»
El economista de la Universidad de Chile Jaime Ruiz-Tagle planteó que «pensando en un proyecto como este, que implica efectivamente grandes gastos y compromete a generaciones futuras, es difícil para cualquier país establecer políticas públicas que sean perfectas, diseñadas en un momento del tiempo y que no requieran revisión en los próximos años».
«En este caso tenemos una situación en que claramente tenemos que ir monitoreando en breve espacio de tiempo, (…). Y efectivamente, si es que en alguna situación se observa que los gastos comprometidos son excesivos respecto a la posibilidad de tener ingresos suficientes para pagarlos, bueno, tendrá que el Gobierno de turno resolver esa situación y hacer los ajustes fiscales correspondientes», postuló.
Sin embargo, agregó Ruiz-Tagle, «es importante poder avanzar, porque los tiempos políticos son complejos, y ya sabemos que a partir de marzo se lanza la carrera presidencial», por lo que «hay que aprovechar esta ventana política».
Ominami, por su parte, comentó que «a esta altura creo que tampoco es tan decisivo que este proyecto tenga que aprobarse a finales de la próxima semana. Creo que no habría que darle a aquellos parlamentarios en la Cámara de Diputados que tienen muchas dudas respecto de esto, el argumento de que tuvieron que discutir a ‘matacaballo’, que no tuvieron tiempo para leer el conjunto del informe».
«Yo no comparto tanto el argumento de que si se llega a marzo esto ya se polariza y las cosas se complican excesivamente. Creo que no creo que sea tan cierto eso. Esto es una discusión que ya está polarizada, que está presidencializada, y más aún creo que no sería tan malo que el año político en marzo se inaugurara con un buen acuerdo», agregó.
El exministro de Economía consideró que «es muy importante que esto se apruebe, porque ya no solamente tiene que ver con las pensiones, que es algo muy importante, tiene que ver también con la gobernabilidad, con la capacidad del sistema político de resolver al menos algunos de los problemas que están planteados».