Se acercan las fechas más señaladas del año, cuando las comidas y cenas se entienden como copiosas, especiales y con alguna delicatessen que otra sin mirar el bolsillo. El marisco se encuentra entre los manjares que en otras fechas no degustamos tanto, o al menos de forma tan continuada como en estas semanas. Ante tanta oferta, además del precio es interesante saber cuál puede resultar más saludable.
Los reportajes televisivos en las marisquerías de toda España son un clásico en estas fechas. El objetivo es hacernos una idea de los precios a los que nos enfrentaremos si dejamos la compra para el último momento. Los más estrategas lo adquieren semanas antes y lo congelan, una opción que sin embargo no es viable en todos los casos, al menos en el tipo marisco del que hablamos a continuación.
Gambas, langostinos, cigalas… Si el criterio es un precio prohibitivo para hacer más especial la cena de Nochebuena o la comida de Navidad, entre los más señalados suelen encontrarse los bogavantes o los percebes. Y tampoco son los más saludables a nivel de nutrientes. Las ostras, que también suelen aumentar su precio en estas fechas, nos aportarán mucho más valor nutricional.
Por qué las ostras son saludables
La ostra es un molusco bivalvo al que identificamos habitualmente con la especie Ostrea edulis, también conocida como plana, la más cotizada y de mayor valor gastronómico. Más allá de este halo de alimento prohibitivo, este molusco contiene proteínas de calidad, es bajo en grasas saturadas y rico en omega-3. Esto protegerá nuestra salud cardiovascular y no incrementará nuestro peso corporal.
Pero si algo destaca especialmente de su contenido nutricional es su gran riqueza en minerales y vitaminas. En cuanto al hierro, contienen más que las lentejas, ya que por cada 100 gramos de ostras estamos consumiendo 7 miligramos de hierro. También aportan calcio y fósforo, los que no dará más energía a nivel físico y mental, mientras que una sola ración cubre el 156% de las ingestas recomendadas de zinc.
La sombra del riesgo de intoxicación
Además de asegurar que no somos alérgicos al marisco en general, y en concreto a este tipo, es importante saber que los moluscos bivalvos filtran una gran cantidad de agua y microorganismos en su interior, de ahí que su ingesta pueda ser problemática en términos de salud alimentaria. Es decir, nos exponemos a patógenos como virus, bacterias, toxinas, metales pesados o contaminantes, como informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
A la hora de prevenir los riesgos, desde la OCU aconsejan ciertas pautas básicas que pasan por: comprar siempre el producto con etiqueta que explicite la depuración; no comprar moluscos con conchas rotas o abiertas; transportarlos en bolsas isotérmicas y cocinarlos lo antes posible. Y por supuesto descartar la opción de recogerlos por nuestra cuenta porque el buen aspecto exterior puede engañar.
Referencias
Fundación Española de Nutrición (s.f.).Ostras. https://www.fen.org.es/MercadoAlimentosFEN/pdfs/ostra.pdf