Publicado: diciembre 7, 2025, 3:00 am

«Si lo escuchan a uno hablando un poquito de más es un problema», soltó un trabajador del aeropuerto a TalCual y es casi una radiografÃa de lo que ocurre puertas adentro: En MaiquetÃa, hablar del contexto actual parece ser un riesgo.
El silencio se ha convertido en el sonido dominante del Aeropuerto Internacional Simón BolÃvar de MaiquetÃa, acompañado del miedo, como si allà hubiese peligro. El jueves 4 de diciembre, justo cuando las aerolÃneas Copa, Wingo y Satena también anunciaron la cancelación de vuelos desde y hacia Venezuela por «intermitencias en una señal de navegación» reportada por los pilotos, la terminal más importante del paÃs estuvo más vacÃa.
Por los pasillos, donde antes abundaban las maletas rodando, anuncios de embarque o alboroto de viajeros, se percibió una quietud tensa. Los pequeños comercios estaban vacÃos, algunos ni siquiera tenÃan a su vendedor. En otros, los empleados pasaron el tiempo viendo el teléfono, a la espera de un cliente que no llegó.

Los empaquetadores de equipaje permanecieron sentados, esperando que llegara actividad. Uno de ellos describió la situación en pocas palabras: «Ve a tu alrededor y sabes que no hay trabajo» y añadió, con la voz más baja: «Yo no puedo hablar mucho y tú tampoco preguntes mucho, el aeropuerto es peligroso». No dijo nada más.
La censura se instaló en los pasillos del aeropuerto de MaiquetÃa. Ese miedo de conversar de la coyuntura y de las situaciones de la vida cotidiana, que hay en otros espacios, también se respira en la terminal, lo que obliga a trabajadores y pasajeros a medir cada palabra.
Los cafés estaban sin compradores, las tiendas de e-sims sin turistas, las agencias de turismo, vacÃas. En los pocos restaurantes de la feria, menos de 10 comensales ocuparon algunas mesas. El mensaje era el mismo: «No podemos hablar». Lo dijeron entre dientes, conscientes de la presencia permanente de funcionarios de la Guardia Nacional, Migración y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), que recorrÃan y vigilaban el espacio.
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