Estos días hemos celebrado el nacimiento de Jesucristo, pero otro de los momentos clave para el cristianismo es el de su muerte. Pese a ello, ya había sembrado la semilla de la religión que se extendería por todo el mundo, gracias a sus seguidores: los apóstoles.
¿Y qué ocurrió con ellos tras la crucifixión y resurrección de Jesús? Gon Sánchez Rey es un tuitero que ha compartido en X dos vídeos con mapa en los que muestra qué hicieron los apóstoles y cuáles fueron sus finales. Y casi todos tuvieron destinos desagradables.
Pedro: Tras la muerte de Jesús, viajó primero a Antioquía y acabó en Roma, donde se convirtió en el primer papa del cristianismo. Fue crucificado boca abajo por el emperador Nerón en el año 64 d. C.
Andrés: Hermano del anterior. También murió crucificado, en su caso en Patrás, Grecia. En su caso, la cruz tenía forma de X, que ahora se llama Cruz de San Andrés.
Juan: El único de los apóstoles que no tuvo una muerte violenta. Predicó en Asia Menor y en Patmos y acabó en Éfeso, donde murió y fue enterrado. Siglos después su tumba fue hallada, pero estaba vacía.
Santiago (el Mayor): Predicó en España y luego retornó a Judea, donde fue decapitado por orden del rey Herodes. Su cuerpo fue trasladado de nuevo a la península ibérica. Fue el primer apóstol martirizado.
Felipe: Predicó en Frigia, Siria y Grecia. Acabó en Hierápolis, actual Turquía, donde murió crucificado.
Bartolomé: Predicó en la India y luego acabó en Armenia, donde según la tradición fue desollado vivo y luego decapitado por orden del rey local. Su martirio se ha representado en numerosas ocasiones en el arte.
Tomás: El famoso apóstol incrédulo se fue a predicar al sur de la India, donde murió atravesado por una lanza en la ciudad actualmente conocida como Chennai (antes Madrás).
Mateo: fue recaudador de impuestos y predicó en la actual Etiopía. Allí sufrió martirio y murió atravesado por una espada.
Santiago (el Menor): murió en Jerusalén. Fue instado a abjurar del cristianismo y al negarse, fue lanzado desde lo alto de un edificio. No murió al caer y fue rematado en el suelo.
Simón (el Zelote): hermano del anterior, hay muchas versiones sobre su final. Una de ellas dice que acabó en Persia, actual Irán, donde murió cortado por una sierra.
Judas Tadeo: Hermano de los anteriores, también acabó supuestamente en la antigua Persia, donde según la tradición fue decapitado a golpe de samshir, el sable tradicional de esta zona.
Judas Iscariote: el traidor por excelencia, fue el primero en morir. Acorralado por los remordimientos por traicionar a Jesús por 30 monedas de plata, se ahorcó.