Publicado: diciembre 7, 2025, 2:30 am
Una porción de los marroquíes sueña con la gloria de ser un gran imperio y quizás hasta con la oportunidad de reconstruir lo que un día fue el Al-Ándalus. Sin embargo, pocas propuestas van tan en serio como aquella del ‘Gran Marruecos’, la principal corriente del irredentismo (la actitud política que promueve la anexión de territorios) y el nacionalismo en el país vecino.
La tesis del ‘Gran Marruecos’ nació en los años 20, justamente cuando Europa transitaba consternada el periodo de entreguerras. En ese entonces, no había quien le diese importancia a lo que sucedía en el norte de África pero allí, el clima de rechazo hacia el colonialismo francés y español construía una identidad casi subversiva que soñaba con un Marruecos grande e independiente.
La teoría se originó en la mente de Allal El Fasi, un político islamista que fundó más adelante, concretamente en 1943, el Partido Isqiqlal o Partido de la Independencia.
La continuidad o creación de una dinastía
El ‘Gran Marruecos’ parte del salafismo (la corriente suní más extrema del Corán) y el panarabismo (la lucha por la unión política de los Estados árabes). De ahí que la intención fuese devolverle la gloria a las dinastías musulmanas que gobernaron alguna vez el norte de áfrica, específicamente el Sultanato benimerín (1215-1465) y el Imperio almohade (1121-1269).
Esto, en términos actuales, implicaría anexarse el Sáhara Occidental, Mauritania entera, las zonas occidentales de Argelia, el norte de Mali y las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, así como otras plazas de soberanía española como la isla de Perejil, Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas.
Algunas corrientes del ‘Gran Marruecos’ también reclaman las islas Canarias como parte de los territorios anexables. Sin embargo, en el mapa publicado en 1956 por el periódico oficial del Partido de la Independencia no refleja la intención de hacerse con dicho territorio español.
La integración del ‘Gran Marruecos’ en la política actual
El sueño del ‘Gran Marruecos’ se extendió entre las élites políticas del país. De hecho, con la disolución de los protectorados europeos y la fundación del reino Alauí en 1956, los nacionalistas se propagaron como pólvora y las ideas de Allal El Fasi pronto fueron parte del pensar de la nueva monarquía, según indica el historiador Maati Monjib en declaraciones para El Independiente.
La muerte del rey Mohamed V no mató el sueño nacionalista. Su hijo Hasan II lo uso como estandarte durante el proceso de independencia del Cabo Juby, la última guerra de España en África y, a día de hoy, los irredentistas también apelan al Gran Marruecos para justificar la ocupación marroquí en el Sahara Occidental.
La Marcha Verde de 1975
La Marcha Verde es probablemente la acción más importante impulsada por el movimiento irredentista y nacionalista marroquí. En noviembre del 75, el rey Hassan II, aprovechando el caos político en España tras los últimos día del franquismo, puso en jaque a España obligándola a abandonara el Sáhara Occidental, un territorio que administraba desde finales del siglo XIX.
El plan maestro consistió en enviar más de 350.000 civiles, muchos de ellos transportados en autobuses militares, para que cruzaran la frontera desarmados y avanzaran hacia El Aaiún, capital saharaui, en lo que se presentó como una «marcha pacífica». El resultado fue la firma de los Acuerdos de Madrid, mediante los cuales España abandonó el territorio sin celebrar el referéndum de autodeterminación que exigía la ONU.
En la actualidad, la población saharaui está representada por el Frente Polisario que inició la resistencia y proclamó la República Árabe Saharaui Democrática desde el exilio, con base en campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia).
¿Está Canarias en peligro?
El Frente Polisario advirtió el pasado miércoles a España de que una vez Marruecos consiga consolidar su ocupación del Sáhara Occidental «el siguiente objetivo será Canarias» a menos que España le ponga freno y no le permita que siga marcando la agenda como ha venido haciendo en los últimos años.
Sin embargo, el Estado marroquí se ha mostrado en sintonía con España respecto a la soberanía de las islas. De hecho, en 1978, ante una reunión de la antigua Organización para la Unidad Africana (OUA), Argelia llevó la causa de la descolonización de Canarias y, frente a esa iniciativa, el Gobierno marroquí emitió una declaración oficial negándose a reconocer al MPAIAC (los independentistas canarios que establecieron su base operativa en Argelia) como movimiento de liberación.
