Publicado: noviembre 12, 2025, 6:00 am
Santiago Ramón y Cajal recibió el Premio Nobel de Medicina en 1906 por demostrar que el sistema nervioso está formado por células individuales, las neuronas, y no por una red continua de tejido nervioso como se creía entonces. Este hallazgo, conocido como la doctrina de la neurona, lo convirtió en el padre de la neurociencia moderna. Para la divulgación de su descubrimiento, a falta de la tecnología fotográfica de la que disponemos hoy en día, realizó dibujos de las neuronas tal y cómo las había logrado diferenciar y las presentó a mundo como células nerviosas independientes que se comunican entre sí a través de contactos especializados que hoy llamamos sinapsis. Uno de aquellos dibujos acaba de llegar al Museo del Premio Nobel de Estocolmo, para ilustrar el trabajo del nobel español y acercar su descubrimiento a los más de doscientos mil visitantes que recibe al año. Son los mismos dibujos que el científico mostró en el Congreso Internacional de Medicina de Moscú (1897), donde defendió por primera vez ante un público internacional la independencia de las neuronas, en el Congreso Internacional de Medicina de París (1900), donde causaron gran impacto en la comunidad científica francesa, y en la Universidad de Berlín y otras instituciones alemanas en una serie de conferencias. La dirección del museo ha agradecido la donación de un dibujo original y una placa grabada de madera del científico español por parte del bisnieto de Ramón y Cajal, Ángel Cañadas Bernal. «Nos sentimos honrados de recibir estos objetos notables creados por Santiago Ramón y Cajal . Reflejan la intersección de la ciencia y el arte y seguirán inspirando a la gente en muchos campos distintos«, ha celebrado en un comunicado la directora del museo, Anna Rastner. El dibujo, de doble cara, es un bosquejo de una de las ilustraciones incluidas en su libro ‘Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados’ (1904), mientras que la placa fue una herramienta usada por él para imprimir otra ilustración de la misma obra. Aunque el galardón lo compartió con Camillo Golgi, Ramón y Cajal utilizó sus ilustraciones en conferencias posteriores para contradecir la teoría reticular de Golgi y reforzar la doctrina de la neurona. La principal diferencia entre ambos radicó en su interpretación de la estructura del sistema nervioso y la forma en que utilizaron el método de tinción de Golgi. Golgi defendía la teoría reticular, que postulaba que el sistema nervioso era una red continua, mientras que el español demostró la doctrina neuronal, afirmando que estaba compuesto por células individuales separadas por sinapsis, para lo cual fueron cruciales las visualizaciones de la célula. «Los dibujos no son solo científicamente precisos, también tienen una expresión artística única», destaca el Museo Nobel en un comunicado, en el que menciona que la donación ha contado con el apoyo de la Embajada de España en Suecia y de Belén Yuste y Sonnia L. Rivas-Caballero, autoras de la biografía ‘Descubriendo a Cajal’. Recientemente, el embajador de Suecia en España se reunió personalmente con el bisnieto de Santiago Ramón y Cajal para agradecer «un gesto precioso que une aún más a España y Suecia a través de la ciencia y la historia». Finalmente, los descendientes del nobel han viajado a Estocolmo para hacer entrega de las piezas que pasarán a formar parte de la colección del museo. Parte de los dibujos originales se conservan en el Legado Cajal del CSIC en Madrid, donde se han expuesto en muestras como la de 2020, con doce ilustraciones originales.
