Publicado: julio 18, 2025, 11:00 pm
En el mundo de la planeación patrimonial, existen múltiples herramientas y vehículos legales y financieros para proteger y transferir el patrimonio familiar; sin embargo, uno de los elementos más subestimados y a la vez más críticos, es la comunicación efectiva de los deseos patrimoniales del titular.
Diversos estudios han demostrado que la principal causa del fracaso en la continuidad del patrimonio familiar no son los impuestos, ni la falta de planeación, sino los conflictos familiares derivados de una comunicación inadecuada o deficiente. Por lo que es momento de hacer notar la importancia de hablar con claridad sobre su legado, sus valores y sus intenciones, antes de que sea demasiado tarde.
De acuerdo con la firma especializada en consultoría para la planificación de la transferencia de riqueza y la sucesión patrimonial, The Williams Group, el 60% de las fallas al heredar grandes capitales, se deben a la ruptura en la comunicación y la pérdida de confianza entre generaciones.
En muchos casos, los padres no comparten la magnitud de su patrimonio, los documentos relevantes o la lógica detrás de ciertas decisiones, por temor a incomodar, generar resentimientos o “malcriar” a los hijos. Sin embargo, esta omisión bien intencionada puede derivar en confusión, conflictos, y decisiones erradas en momentos de crisis.
Algunos asesores patrimoniales consideran que el último paso de un plan de sucesión exitoso es comunicarlo. No basta con firmar un fideicomiso, un testamento o designar un albacea. Si la familia desconoce la existencia de estos instrumentos, o peor aún, no comprende su propósito, es muy probable que los objetivos del titular no se cumplan. En 2020, con la llegada del COVID-19, se vieron ejemplos claros de familias que enfrentaron decisiones críticas sin saber quién tenía la autoridad, dónde estaban los documentos, o cuáles eran los deseos del titular.
Hablar de dinero, muerte y expectativas familiares puede resultar incómodo, pero es preferible enfrentar esas emociones en vida que dejar problemas sin resolver. Por ejemplo, en familias con hijos de diferentes matrimonios, personas con discapacidad o empresas familiares, la falta de comunicación puede generar disputas legales, resentimientos duraderos y la destrucción del legado. Si se designa a un hijo como responsable del patrimonio, es indispensable asegurarse de que los demás entiendan el porqué de esa decisión y que exista consenso o al menos comprensión.
Más allá de compartir cifras, es esencial transmitir valores. ¿Qué significa para la familia tener riqueza? ¿Qué responsabilidades implica? Enseñar a los hijos a tomar decisiones financieras, exponerlos gradualmente a los activos, y explicarles el propósito del legado familiar es parte del rol del fundador o titular. La preparación emocional y práctica es tan importante como la técnica jurídica o fiscal.
Recomendaciones prácticas:
- Comenzar poco a poco, no es necesario compartir todos los detalles de inmediato, sino abrir espacios de conversación.
- Definir quién necesita conocer qué información, puede ser el albacea, la pareja o un asesor de confianza.
- Crear un documento maestro con el balance patrimonial y ubicar los documentos críticos.
- Considerar pláticas o sesiones familiares con asesores de confianza.
- Confiar en la familia; muchas veces se subestima su madurez y capacidad de asumir responsabilidades.
Un plan patrimonial completo no solo se escribe, se comunica. El verdadero éxito no está en evitar las conversaciones difíciles, sino en abordarlas con inteligencia emocional, estrategia y apertura. Las familias mexicanas tienen una gran oportunidad de consolidar su legado no solo en bienes, sino en cohesión, valores y continuidad. El momento de iniciar ese diálogo es ahora.
*UHN Wealth Planning BBVA Banca Patrimonial y Privada