Publicado: diciembre 2, 2025, 2:00 am
Ante el inminente cerco naval y las advertencias de la administración de Donald Trump en el Caribe, Diosdado Cabello recurrió este lunes 1 de diciembre a la vieja retórica de la «guerra asimétrica» para intentar disuadir una posible acción extranjera. El dirigente del Psuv aseguró que el régimen de Nicolás Maduro utilizará a sus seguidores como escudo en las calles para frenar «al enemigo».
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Durante una marcha en la avenida México de Caracas, Cabello respondió indirectamente a la operación «Lanza del Sur» y al cierre del espacio aéreo ordenado por Washington. «Mientras el enemigo vea al pueblo movilizado, organizado para hacerle frente, lo pensarán dos veces», vociferó, en una clara admisión de que el chavismo busca atrincherarse ante la amenaza externa utilizando a las bases del partido.
El vocero del régimen dejó ver que el escenario electoral ha pasado a un segundo plano ante la crisis de supervivencia que enfrenta la cúpula madurista. Cabello afirmó que el Psuv está preparado para «cualquier escenario», priorizando la confrontación física sobre la política. «Si se trata de defender al pueblo en la calle, allí estaremos», sentenció, en lo que se interpretó como una amenaza de disturbios ante cualquier intento de desalojo del poder.
En medio del aislamiento internacional, Cabello anunció una radicalización del control social interno para blindar al régimen. Siguiendo órdenes directas de Nicolás Maduro, informó sobre la eliminación progresiva de la estructura parroquial para imponer el «Estado Comunal», con la meta de establecer 6.000 comunas que respondan directamente a Miraflores y sirvan como anillos de contención política.
Para intentar proyectar una fortaleza que contrasta con la realidad del país, Diosdado infló las cifras de apoyo popular, asegurando que «más de 4 millones 500 mil personas» participaron en asambleas recientes. Con este discurso, la cúpula roja busca convencer a sus propios militantes y a la comunidad internacional de que aún cuentan con capacidad de movilización, pese al evidente descontento social y la presión de los buques estadounidenses en la costa.
