Publicado: diciembre 9, 2025, 7:30 am
Dabiz Muñoz y Cristina Pedroche. O Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz. Sea como fuere, parece que van siempre unidos en el mismo sintagma, porque desde que están juntos es difícil separarlos, como si no hubiesen tenido vida antes de conocerse. Y sin embargo, sobre todo en el caso del chef, es indispensable recordar qué era de él en la época previa a su actual pareja para entender cómo ha alcanzado el estatus que ahora mismo tiene en el mundo de la hostelería y haber sido reconocido en diversas ocasiones con el galardón a mejor cocinero del mundo.
Porque aunque la presentadora vallecana se cruzó en su vida en el momento adecuado y han estado juntos desde entonces, lo cierto es que Muñoz, que a mediados del próximo enero soplará 46 velas —la colaboradora televisiva cumplió a finales de octubre 37 años—, ya había estado casado con anterioridad. Fue con Ángela Montero Díaz, un nombre sin el cual hoy por hoy nadie hablaría de DiverXo, dado que muy posiblemente no existiría o, al menos, no como se habla de él en la actualidad.
Todo comenzó en 2003, cuando el madrileño y la bailarina coincidieron por primera vez, se enamoraron, comenzaron una relación y principiaron, casi desde cero, un proyecto en común, germen de lo que en 2025 es a todas luces un imperio. Montero, de hecho, colgaría en un momento dado las zapatillas de ballet por su pareja, ayudándole a cumplir el gran objetivo de su vida: que su nombre fuese sinónimo de éxito en el mundo culinario. Ya por aquel entonces, además, había comenzado a descollar entre fogones, pero todavía faltaba ese punto de suerte que necesita todo empresario.
Que la marca DiverXo sea en 2025 una referencia del sector gastronómico en todo el planeta tiene mucho que ver con el sacrificio de Ángela allá por 2007. La primera esposa de Muñoz no solo le apoyó en lo personal, sino que se convirtió en pieza fundamental y sine qua non del éxito del popular restaurante. Desvinculada de los escenarios, fueron los padres de Montero Díaz quienes le aportaron dinero a su yerno para la creación de su gran sueño e intentar sacar adelante el proyecto.
Incluso la pareja llegó a hipotecar su casa en aquel complicado inicio o pasó algunas noches durmiendo allí mismo, en el suelo del local, según el propio Muñoz dio a conocer en una entrevista, en la que agradeció enormemente los esfuerzos de su pareja. Poco a poco se fueron asentando, y Ángela se pasó a la hostelería, ejerciendo de jefa de sala y siendo quien se encargaba de presentarle a los clientes las elaboraciones de Dabiz mientras él ponía todos sus conocimientos en cada plato.
Sería en 2008 cuando Muñoz recibiría el galardón a Cocinero Revelación en Madrid Fusión, lo que le sirvió para trasladar al año siguiente su negocio a un local más grande, algo que además le acabaría reportando la primera de sus estrellas Michelin, que otorgándole también en 2011 y 2013. Precisamente entonces fue cuando, tras cuatro años casados, Dabiz y Ángela decidían poner punto y final a su amor y se divorciaban, aunque nunca se llegaron a conocer los motivos por los que se dirían adiós para siempre.
Montero, tras un tiempo decidiendo qué quería hacer con su vida, se decantó finalmente por regresar a sus raíces, a lo que una vez le hizo feliz, el deporte, toda vez que ya había dejado atrás hacía varios años el mundo de la gastronomía. Así, justo después de la pandemia, en 2021, montó junto a su buena amiga y socia Águeda Murillo el estudio de pilates Estudio A en el centro de Madrid. Dada la trayectoria de ambas, consiguieron hacerse un nombre y hoy por hoy tienen unas reseñas excelentes de sus clientes, tal y como señalan desde la revista Lecturas.
Montero, además, ha sido muy constante en las redes sociales, escribiendo por ejemplo en su cuenta de Twitter: «Tres años después de abrir con Águeda nuestro estudio de Pilates, Estudio A Método Pilates, no puedo estar más orgullosa y feliz con todo y todos los que me rodean. La vida sale…». Toda una carta de amor a su vida actual, lejos de las posibles cámaras y el foco mediático que tendría de haber continuado con el conocido cocinero.
De hecho, la gastronomía sigue siendo una de sus pasiones pues, si bien tiene actualmente su cuenta de Instagram en privado, explican desde el citado medio que la empresaria ofrece todavía a sus algo menos de 1.700 seguidores recomendaciones y reseñas de los restaurantes a los que acude, si bien por ahora no hay ninguna sobre los que posee su exmarido. Este, como es bien sabido, rehizo su vida sentimental poco después conociendo a Pedroche, pero tampoco el amor es algo que haya faltado en la vida de Ángela.
Montero, de hecho, conoció a Alfredo casi a la par que su expareja se enamoraba de la colaboradora y comenzó con él una relación que, eso sí, no se tiene constancia si dura hasta nuestros días. Y es que, debido a la discreción y al hermetismo que persigue en sus redes, únicamente publica imágenes relacionadas con el mundo laboral al que regresó hace unos años, dedicando su tiempo libre a una pasión que, quizá por casualidad, también compartía con su expareja: viajar.
