Publicado: diciembre 2, 2025, 6:00 am
Hace un par de semanas se definió que José Medina Mora (MM) sería el nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Fue el único candidato registrado en el proceso interno, emergiendo como el candidato de unidad. Su elección será formalizada en la segunda semana de diciembre.
MM tiene experiencia en organismos de representación, pues fue un buen presidente de Coparmex durante 2021-2024. En 2025 se ha desempeñado como vicepresidente del CCE. Su formación es de ingeniero civil, y es fundador y presidente del Consejo de Administración de CompuSoluciones, una firma líder en el sector mayorista de tecnología.
Para percatarnos de los retos que enfrentará MM como líder del gremio empresarial, es conveniente recordar los orígenes del CCE. Desde el inicio de la presidencia de Echeverría se dio un enfrentamiento entre el gobierno y el sector privado ante su visión estatista. Se generó desconfianza y rupturas en la interlocución de los empresarios con el gobierno. Ello se agravó con los excesos del gasto público que condujeron a una crisis de deuda pública, inflación y devaluación. Con ello, la relación política entre el gobierno y el empresariado se tensó aún más.
Aunque existían cámaras y asociaciones de sectores de la industria y el comercio, se carecía de un mecanismo institucional robusto que representara a todo el sector privado ante el Estado. Esto limitaba su influencia colectiva en las políticas económicas. Se generó así la necesidad de organizar al empresariado bajo una estructura más sólida y representativa. Durante el Echeverriato, Juan Sánchez Navarro, reconocido ideólogo y líder empresarial, estuvo presionando por una unión de los empresarios para esos fines. Es así como en agosto de 1976 nace el CCE.
El objetivo era consolidar una estructura colectiva de representación del sector privado capaz de dialogar con el Estado e incidir en políticas nacionales, coordinar iniciativas y promover la competitividad y el desarrollo económico del país. A lo largo de los años, el CCE tuvo presidentes muy comprometidos con ese objetivo, como por ejemplo, Manuel J. Clouthier, Jorge Sánchez Mejorada, Claudio X. González Laporte y Héctor Larios Santillán. Pero desafortunadamente esa visión de liderazgo, de ser una voz unificada y fungir como un auténtico contrapeso e interlocutor crítico se fue desvaneciendo desde 2019 frente a los gobiernos de la 4T. De 2019 a 2022 el presidente del CCE fue Carlos Salazar y de 2022 a 2025 Francisco Cervantes, dos dirigentes mediocres, genuflexos ante el poder y que desconocieron la visión de Don Juan Sánchez Navarro.
El gran reto que enfrenta MM es precisamente el regreso del CCE a su origen: ser un eficaz interlocutor con el gobierno, proactivo y crítico, con propuestas viables que sean un contrapeso al excesivo intervencionismo estatal, y presentando siempre una postura unificada del sector. MM posee los conocimientos, el liderazgo, la voluntad y sobre todo el compromiso para corregir el rumbo del CCE. Esperemos que Claudia Sheinbaum comprenda la relevancia de tener un buen interlocutor empresarial, sobre todo para consensar políticas públicas. Por el bien de México, le deseo todo lo mejor a MM.
