Publicado: diciembre 2, 2025, 3:30 am
Después del comentado vídeo que compartió Daniel Sancho desde la prisión de Tailandia en la que cumple condena por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, su padre, el actor Rodolfo Sancho, ha reaparecido públicamente en un evento.
Desde que estallara el caso del chef español el actor ha mantenido un perfil público bajo, pero, este fin de semana, quiso hacer unas excepción para acompañar a los compañeros de Atresmedia en el Atresplayer Day.
El actor, que tiene entre manos dos proyectos, Trazos ocultos y Entre tierras, se sinceró ante los asistentes: «Estoy en racha«, señaló, recibiendo el aplauso de sus compañeros. «Te mereces todo lo bueno que te pase«, le comentó Roberto Leal, presentador de la gala, a lo que Sancho respondió: «Muchas gracias».
Un vídeo de algo más de cuatro minutos. Unas niñas tailandesas entonando un canto en su idioma. Unas oraciones interpretadas al unísono mientras alguien graba con perfecta realización. Este fue el inquietante archivo audiovisual que Daniel Sancho compartió a finales de octubre en su perfil oficial de Instagram.
Unas imágenes que se han subido sin ningún tipo de texto explicativo ni información que las sitúe en tiempo y espacio. La rareza de la situación viralizó el vídeo en tan solo unos minutos arrojando al ciberespacio algunas preguntas que, desde el entorno más próximo al preso, tampoco fueron capaces de responder.
Lo único que acertaron a aclarar es que Daniel no tiene teléfono móvil en la cárcel en la que cumple condena por el asesinato de Edwin Arrieta y que tampoco tiene acceso a internet. Así pues, creen que pudo ser el hijo de Rodolfo Sancho el que, durante alguna comunicación -ninguna en la que haya participado su padre- pudiera difundir este vídeo que previamente se colgó en YouTube.
Esta llamativa publicación se produjo días después de que se hiciera público que Daniel, junto a Carmen Balfagon, Ramón Chipirras y Rodolfo Sancho, ha interpuesto una querella contra el escritor Joaquín Campos por algunas manifestaciones que, insisten, no se corresponden con la realidad.
