Publicado: noviembre 13, 2025, 10:30 pm
La visita a la Casa Blanca del presidente sirio Ahmed al Sharaa , inconcebible hace meses, demuestra que el islamismo ha descubierto una nueva vÃa para afirmarse en el poder: el de las relaciones públicas con todos, amigos y antiguos enemigos, para repartir favores y gozar de la sensación de que desde fuera no llegarán problemas. La cuestión del trato interno con los rivales –en el caso de Siria, las minorÃas religiosas chià (alauÃ), cristiana y drusa– es harina de otro costal. Al Sharaa lleva menos de un año en el poder en Damasco, y las tres minorÃas sirias han sufrido varias operaciones de represión a manos de los exyihadistas que hoy mandan en el paÃs. El último en contar… Ver Más
