Publicado: julio 19, 2025, 3:30 am
El enviado especial de Estados Unidos en Siria, Tom Barrack, anunció este viernes que Israel y Siria llegaron a un acuerdo de alto el fuego apoyado por EEUU y aceptado por TurquÃa.
«El primer ministro israelà @Netanyahu y el presidente sirio Ahmed al-Sharaa @SyPresidency, con el apoyo de EEUU @SecRubio, acordaron un alto el fuego, aceptado por TurquÃa, Jordania y sus vecinos«, informó Barrack en su perfil de X.
El también embajador de EEUU en TurquÃa llamó a las poblaciones drusas, beduinas y sunitas a deponer las armas y, «junto con otras minorÃas, construir una nueva identidad siria unida en paz y prosperidad con sus vecinos».
Este jueves, Israel volvió a bombardear la provincia de Al Sueida, en el sur de Siria, pese a la retirada de las tropas gubernamentales sirias de la región, tras la entrada en vigor el miércoles de un alto el fuego entre éstas y las facciones locales a las que se enfrentaban.
La organización Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que habrÃa alcanzado a un grupo de beduinos, comunidad que en los últimos dÃas protagonizó intensos enfrentamientos con la minorÃa drusa de Al Sueida.
Israel afirmó con anterioridad que actúa en defensa de la minorÃa drusa en Siria e incluso, bajo esta premisa, acometió el miércoles bombardeos contra el Ministerio de Defensa y las inmediaciones del Palacio Presidencial en Damasco.
La violencia sectaria en la provincia meridional siria de Al Sueida, de mayorÃa drusa y donde en los últimos cinco dÃas se produjeron enfrentamientos con tribus beduinas en los que tomaron partido los ejércitos de Siria e Israel, ha provocado el desplazamiento de casi 2.000 familias, según la ONU.
Los choques involucraron inicialmente a grupos de la minorÃa árabe drusa y a clanes beduinos, pero el envÃo de las fuerzas gubernamentales a esta región, donde la seguridad estaba en manos de facciones locales, abrió un nuevo frente de batalla entre estos dos últimos bandos.
La minorÃa religiosa drusa, que participó activamente en el derrocamiento de Al Asad, mantiene una relación tensa con el nuevo gobierno islamista en Damasco y se niega hasta ahora a permitir la entrada de fuerzas regulares en Al Sueida.