Publicado: julio 17, 2025, 1:00 pm
Cuando adquirimos un producto para la ducha, el objetivo siempre es que nos limpie bien el cuerpo. Desde jabones hasta exfoliantes corporales y mascarillas, muchos productos están diseñados para eliminar la suciedad acumulada en la piel. Sin embargo, hay un producto que se usa en la ducha, muy popular en España, que podría dar al traste con la función de los limpiadores.
Los dermatólogos lo tienen claro, según comentan en Parade, hay un elemento que suele estar presente en el baño y que deberíamos desdeñar cuanto antes. El mal uso habitual y la posibilidad de que acumule gérmenes hacen de este artilugio un enemigo de la higiene.
Este es el artículo de baño que no limpia, sino todo lo contrario
Los dermatólogos hablan de las esponjas vegetales, herramientas para la limpieza corporal que pueden parecer inofensivas porque además transportan el jabón por nuestro cuerpo, pero que en realidad están contaminados de un gran número de gérmenes que frotamos por el cuerpo.
En realidad, estas esponjas ayudan en el proceso de exfoliación suave de la piel. El problema es que las células muertas pueden quedar atrapadas en sus grietas, lo que aumenta el riesgo de que se multipliquen varias especies bacterianas causantes de infecciones.
Según la doctora Sonia Badreshia-Bansal, dermatóloga de RealSelf, «uno de los mayores errores que cometemos es dejar una esponja vegetal húmeda en la ducha, lo que crea el ambiente perfecto para el crecimiento de bacterias, moho y levaduras. Usar una esponja contaminada puede reintroducir esos microbios en la piel, lo que podría provocar foliculitis o infecciones».
Frotar la piel con una esponja, un gesto a evitar
Las esponjas vegetales crean microtraumatismos al exfoliar excesivamente la piel con el frotamiento. Los movimientos bruscos y vigorosos pueden eliminar más capa superior de la necesaria, algo especialmente perjudicial para las personas con piel sensible o con algún problema cutáneo preexistente, ya que puede empeorar el problema y provocar una infección.
Como forma de protegerse de la abrasión constante que le inflige el gesto de frotar, la piel se endurece y engrosa, dejándola con una apariencia arrugada y curtida poco apetecible.
Precauciones a la hora de usar esponja en el baño
Partiendo de la base de que los dermatólogos desaconsejan el uso de esponjas vegetales en el baño, si aún así quieres seguir haciéndolo, es importante que sepas que es básico dejar que esta se seque por completo después de cada uso. Esto significa no usarla a diario ni guardarla en el baño, sino en un ambiente con menos humedad. Esto no reducirá las bacterias, pero frenará su crecimiento.
A la hora de frotar, hay que hacerlo con cuidado porque las pequeñas heridas en la piel pueden ser una puerta de entrada para las bacterias. Por otra parte, usar jabón antibacteriano no elimina los gérmenes, así que elimínala cada dos semanas y usa una nueva.
La doctora Basal recomienda, mucho mejor que una esponja, usar las manos para enjabonarnos, con un limpiador suave que preserve la barrera natural de la piel.
Referencias
Edwards J. Bottone, Anthony AS. Pérez, Jamel L. Oeser. ‘Loofah Sponges as Reservoirs and Vehicles in the Transmission of Potentially Pathogenic Bacterial Species to Human Skin’. Journal of Clinical Microbiology. Consultado online en https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC263056/pdf/jcm00002-0209.pdf el 25 de junio de 2025.
