Publicado: julio 17, 2025, 3:00 am
Durante años, el nombre “Tren de Aragua” era apenas un rumor en las cárceles venezolanas. Hoy, es sinónimo de terror en varios países de América Latina y ha encendido las alarmas en la Casa Blanca, donde el expresidente Donald Trump la ha puesto en el centro de la batalla contra la migración y el crimen transnacional.
Por Observador.cr
El Tren de Aragua es una organización criminal de origen venezolano, considerada la banda más poderosa y transnacional surgida en ese país.
Fue designada formalmente como organización terrorista extranjera por Estados Unidos en 2025 y su reconocimiento viene acompañado de relatos sobre extorsión, secuestro, homicidios, trata de personas, tráfico de migrantes, explotación sexual y operaciones de minería ilegal digital.
1. De sindicato ferroviario a imperio criminal
El origen del Tren de Aragua se remonta a mediados de la década de 2000, entre 2007 y 2010 cuando un ambicioso proyecto ferroviario planeaba conectar varias regiones del centro y occidente de Venezuela.
En torno a la construcción del “Ferrocarril de los Valles del Tuy” floreció un sindicato de obreros en el estado Aragua. Este sindicato, lejos de limitarse a las tareas laborales, comenzó pronto a ejercer control y extorsión sobre los contratistas y a vender puestos de trabajo a cambio de sobornos. Así, quienes participaban en estas prácticas terminaron siendo conocidos como “los del tren de Aragua”.
Sin embargo, la obra ferroviaria se estancó y nunca llegó a terminarse, lo que empujó a los miembros más radicales del sindicato a buscar nuevas fuentes de ingreso. Muchos de ellos fueron implicados en delitos y terminaron en la célebre cárcel de Tocorón, ubicada en el mismo estado.
Fue precisamente entre las rejas de Tocorón donde la organización encontró terreno fértil para transformarse radicalmente. Allí, los líderes sindicales se aliaron con otros internos y adoptaron el modelo de liderazgo carcelario venezolano conocido como “pranato”: el poder absoluto de un “pran” o jefe sobre los internos y, gradualmente, sobre bandas criminales externas.
Pronto, la estructura de la banda se robusteció a partir de este núcleo en prisión. Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, se consolidó como líder, aglutinando a exmiembros del sindicato y a presos comunes bajo una jerarquía vertical.
Desde la prisión, el grupo pasó de cobrar protección y extorsionar a controlar economías ilícitas tanto dentro como fuera de Tocorón. El control carcelario permitió prácticas como el cobro de “causa” —un impuesto interno que se usaba para costear lujos dentro del penal, incluido el financiamiento de actividades criminales externas— y sentó las bases para la expansión territorial del Tren de Aragua.
En menos de una década, aquella agrupación nacida de un sindicato de la construcción evolucionó en la banda criminal más poderosa y transnacional de Venezuela, con ramificaciones en múltiples países y una estructura capaz de desafiar la soberanía del Estado y exportar sus métodos por todo el continente.

2. ¿Cómo opera el Tren de Aragua?
El Tren de Aragua opera bajo un modelo híbrido: mantiene un liderazgo fuerte y centralizado, pero permite franquicias y células semifranquiciadas en otros países, expandiéndose como una empresa multinacional.
Controlaba la prisión de Tocorón con lujos impensables como piscina, discoteca, zoológico y túneles de escape de varios kilómetros.
Su expansión estuvo ligada, en gran parte, al éxodo venezolano: la banda vio oportunidades de lucro en el tráfico y explotación de migrantes, así como la trata de personas y el lavado de activos en los países receptores.
Sus actividades incluyen:
– Extorsión a comerciantes y transportistas
– Secuestros de migrantes y cobro de “peaje” por paso seguro
– Trata de mujeres y explotación sexual
– Sicariato y control de “franquicias” delictivas en el extranjero
– Lavado de dinero y corrupción de autoridades
Para seguir leyendo, clic AQUÍ.