Publicado: diciembre 7, 2025, 10:27 am
Fue después de su relación con Richard Gere que Cindy Crawford volvió a hablar con un empresario hostelero que había conocido un tiempo atrás. La reconexión fue tal que en poco tiempo estaban organizando la boda, de carácter íntimo, que tenía lugar en la primavera de 1998, en la playa del Ocean Club de Nassau, en las Bahamas, con el grupo Baha Men, que un par de años después ganaría el Grammy gracias al increíble éxito de su single Who let the dogs out, poniendo la banda sonora. Los novios eran la modelo y Rande Gerber, que no tardarían en formar una familia.
Apenas un año más tarde, el 2 de julio de 1999, nació el primogénito, Presley Walker Gerber, a quien seguiría, el 3 de septiembre de 2001, Kaia Jordan Gerber. Esta última, hoy por hoy, es una de las mayores supermodelos del mundo, pero no solo por su trabajo sobre las pasarelas, sino también por sus pinitos en el cine y la televisión o sus apariciones en las revistas del corazón por sus relaciones con otros famosos como Pete Davidson, Jacob Elordi o Austin Butler.
Sin embargo, la vida de Presley ha sido algo más desconocida y, aun así, tanto o más caótica que la de su hermana pequeña, con la que de hecho comparte oficio. Y desde bien pronto, puesto que el joven firmó con una de las grandes agencias de representación, IMG Models, cuando contaba apenas con 16 años —un claro caso de nepobaby, pues ayudó, claro está, ser el hijo de quien es en el mundo de la moda—, debutando casi inmediatamente, en junio de 2016, en un desfile de Moschino Resort junto a otro famoso nombre, Anwar Hadid, hermano de Bella y Gigi Hadid.
«Sinceramente, lo he disfrutado mucho más de lo que me esperaba», afirmó en una entrevista con Vogue que la revista le hizo aquel mismo día, «antes es que no sentía que tuviera suficiente experiencia en la industria de la moda, pero ahora ya sí me he visto más preparado». Sin embargo, los hechos hablan por sí solos, porque si bien nunca ha dejado de trabajar, siendo imagen junto a su hermana de Calvin Klein o protagonizando campañas para firmar como Palm Tree Crew, lo cierto es que Presley ha sido casi siempre carne de titulares por su vida privada antes que por su profesión.
Porque es cierto que en aquellos primeros compases era bastante discreto y hermético sobre su intimidad, pero sus cada vez más sonadas polémicas le granjearon la imagen de chico díscolo y casi que la oveja negra de la familia, sobre todo en comparación con el resto de miembros. Todo empezó en 2019, cuando fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y llevado al calabozo, aunque poco después pudo salir, pero más tarde, a través de las redes sociales —hoy por hoy tiene casi 140.000 followers—, sus seguidores se preocupaban por su salud mental.
Porque el joven apareció con dos tatuajes que se había hecho en el rostro. En uno de ellos, se veía una estrella sobre la que se podía leer la inscripción «LA», obviamente en referencia a la ciudad en la que siempre ha vivido, Los Ángeles; en el segundo, en su pómulo derecho, se escribió la palabra «misunderstood» (que se traduce como «incomprendido»). Tras la sorpresa, no tardó en borrárselos, aunque el runrún en redes sobre su salud mental no se hizo esperar, algo que su madre intentó paliar con unas bellas palabras por su cumpleaños.
«¡No puedo creer lo rápido que pasan los años y que estés cumpliendo 22! ¿Cómo ha pasado esto? Solo quiero que sepas que tendrás el amor de tu madre hoy y todos los días. Me emociona ver cómo se está desarrollando tu vida. Siempre voy a ser tu mayor fan», dijo orgullosa Cindy Crawford, sobre su hijo, que poco después volvía a dar la sorpresa, al dejar caer que quizá se había comprometido con su entonces pareja, la modelo canadiense Lexi Wood, a quien un tiempo antes se había relacionado con Brooklyn Beckham.
«Gente, lo he conseguido. He encontrado a la persona que me hace más feliz que nunca», posteó junto a toda una ristra de imágenes entre las que destacaba una en la que Wood posaba luciendo una camiseta con la palabra ‘Gerber’. Sin embargo, y por si había alguien entre sus seguidores que no estuviese inquieto con respecto a su salud mental, poco después cortaban. Y Presley decidió entonces desaparecer.
Cuando regresó, cambió completamente a lo que tenía acostumbrados a sus fans, puesto que comenzó a utilizar su Instagram para hablar abiertamente de sus adicciones y de su pasado, para sincerarse sobre las dificultades con las que había vivido, como el peso de la fama o la forma de afrontar situaciones emocionales complicadas y para dejar un registro de su progreso. En resumen: se convirtió en un influencer sobre salud mental.
Su último vídeo
El ejemplo de la transparencia que ha alcanzado está en el último vídeo que ha subido, en el que no tiene problemas en listar el total de fármacos que utiliza para sobrellevar, sobre todo en los meses recientes, algunas pérdidas que ha sufrido. «Creo que la honestidad es la mejor opción», comienza diciendo antes de contar que toma buprenorfina, Xanax y Valium, dependiendo de lo que necesita en el día para controlar los ataques de pánico. Además, se muestra titubeante sobre si aceptar o no las indicaciones de los especialistas, ya que no siempre coinciden entre ellos.
Además, ha dejado inquietos a sus followers al hablar del síndrome de abstinencia de algunos de dichos medicamentos, afirmando que le asusta aquello que ha de hacer «sí o sí», así como el hecho de no haber encontrado «la orientación» terapéutica que le gustaría. Eso sí, no ha dejado pasar la oportunidad de comentar aquello que él sabe que le está funcionando: el entrenamiento físico, dejar el alcohol y buscar «una comunidad que tenga una buena influencia» sobre él, para lo que le ha servido alejarse de Hollywood, aunque ello suponga no tener relación con gente con la que creció y a la que les tiene cariño.
«Me gustaría que quienes vean este vídeo comprendan que no están solos, aunque yo me sienta así casi topo el tiempo. Quiero pensar que, al contar esto, habrá quienes descubran que hay alguien más que está pasando por lo mismo», ha finalizado, añadiendo que él también espera encontrar «alguien ahí fuera dispuesto» a ayudarle. «Presley, te queremos, no estás solo», han sido las palabras de uno de los primeros comentarios. De su madre.
