Publicado: diciembre 6, 2025, 9:47 pm
Dos años después de su aterrizaje en la MLS y de acumular decepciones, Leo Messi dio este sábado al Inter Miami su primera liga al superar 3-1 al Vancouver para despedir por todo lo alto a Sergio Busquets y Jordi Alba, que vivieron su último partido en el fútbol profesional.
Era una tarde soleada y calurosa en Fort Lauderdale, en el norte de Miami, ideal para la disputa de la MLS Cup. A la despedida de Busquets y Messi se sumaba un nuevo duelo entre Messi y Thomas Müller, capitán de los canadienses.
El destino parecía haberse conjurado para que esta vez, el Inter, sí pudiese tocar el éxito. La fortuna le sonrío nada más empezar, con el 1-0 en el minuto 8 gracias a un gol en propia meta del Vancouver en una acción sin suerte del colombiano Édier Ocampo.
Messi inició la jugada con un pase genial para Rodrigo de Paul que abrió a la banda derecha para Tadeo Allende. Allende puso un centro que tenía a Matteo Silvetti como objetivo pero que Ocampo empujó sin que Yohei Takaoka pudiese hacer nada. Esa banda derecha con Messi y Allende siguió creando peligro en el tramo inicial del partido: Silvetti tuvo el segundo en sus botas en otro centro, pero se le escurrió el balón entre las piernas.
A partir de ahí el Vancouver empezó a sobreponerse al ambiente hostil de Miami, acercándose a la meta de Rocco Ríos con mucho peligro y dominando a los hombres de Javier Mascherano. Tuvo que aparecer el portero local en el 33′, atajando un balón peinado por Brian White para salvar al Inter por primera vez. Volvió a salir en la foto cinco minutos después, tapando un remate a bocajarro de Emmanuel Sabbi. Y en el 41′ salvó un cabezazo de Müller para un Vancouver que buscó el empate con insistencia.
El Vancouver planta cara
Los canadienses mantuvieron en la reanudación la presión con la que había cerrado el primer tiempo hasta que recogió el premio del empate en el minuto 60. Sabbi arrancó por la derecha y cedió para White en la frontal que, de espaldas al arco, habilitó a Ali Ahmed, que definió al palo corto y convirtió tras un error del meta argentino Ríos, cuya atajada terminó en el fondo de la red.
Casi sin tiempo para asimilar el empate, Sabbi firmó una jugada en la que rompió líneas, se plantó en zona de peligro y sacó un disparo que impactó en ambos postes, con muchísima fortuna para el Inter.
En el mejor momento del Vancouver, el Inter Miami volvió a adelantarse. Messi robó un balón en zona peligrosa a Andrés Cubas y se la dio a Rodrigo de Paul que se quedó solo ante Takaoka para poner el 2-1 en el marcador. Era el minuto 71. Ahí se le empezó a escapar el partido a los norteamericanos, que no volvieron a dominar ni a gozar de oportunidades mientras los nervios se iban apoderando de sus jugadores.
Busquets y Messi, en su último baile, controlaron el pase de los minutos hasta que en el añadido, con la grada volcada, el astro argentino dio su segunda asistencia letal de la tarde, esta para Allende, que sentenció con el 3-1. No dio tiempo para más. El proyecto faraónico de David Beckham y los hermanos Mas, que recreó en Miami y en la MLS al Barça de Guardiola, alcanzó así su mayor éxito deportivo cinco años después de su debut.
