Podemos se une al cierre de filas de los socios de Pedro Sánchez con el PSOE después de las explosivas acusaciones de Víctor de Aldama ante el juez sobre prácticas corruptas en el seno del partido. Ione Belarra ha secundado la justificación hecha desde las filas socialistas y ha rebajado su relevancia porque son imputaciones «sin prueba alguna».
«No voy a valorar la declaración de Aldama», ha señalado la secretaria general de los morados durante su intervención en abierto ante el Consejo Ciudadano Estatal del partido, el máximo órgano entre congresos. «Soy consciente de que Podemos podría sacar un rédito electoral muy importante como hizo en su día el PSOE con nosotros tratando de aprovechar esta declaración a nuestro favor, pero nosotras no somos como ellos», ha dicho.
De este modo, Podemos renuncia a meter presión al PSOE para que dé explicaciones. Al menos por ahora, hasta que el empresario pudiera acreditar de alguna manera los pagos o actuaciones irregulares que ha descrito de altos dirigentes socialistas.
No hurgar en las acusaciones de Aldama no quita para que Podemos siga considerando que la trama en la que el empresario era una pieza clave sea un «gravísimo caso de corrupción en el seno del PSOE». Pues afecta «al ex número dos del PSOE y ex ministro, José Luis Ábalos, y a su equipo», como Koldo García.
Por eso Belarra ha pedido «distinguir» tras la declaración de Aldama «el grano de la paja», pues la investigación llevada a cabo por la UDEF ha desvelado «informaciones gravísimas». «Esto muestra una vez más que la corrupción del bipartidismo es su seña de identidad y que el PSOE y el PP tiene una concepción patrimonial de nuestras instituciones», ha rematado.
UN CALVARIO NEGOCIADOR
En el plano más político, la intervención de Belarra ha reafirmado que la estrategia del partido morado de cara a las próximas negociaciones con el Gobierno va a ser de lo más exigente. Que lo que se ha visto esta semana, en la que Podemos ha hecho sufrir al PSOE un calvario negociador para sacar adelante un paquete fiscal, que se desbloqueó in extremis horas antes de votar, va a repetirse en el futuro.
«Esta negociación sienta un importante precedente de cara a los Presupuestos Generales del Estado», ha señalado Belarra. «Podemos tiene que seguir demostrando que los votos de izquierdas valen igual que los votos de la derecha y que no se pueden dar por hecho». De ahí que haya advertido al Gobierno de que «tome nota» de lo ocurrido porque las condiciones de los morados para esas cuentas de 2025 «son las que son». Y que están blindadas por una consulta a la militancia del partido que las apoyó de manera contundente. Son la bajada de los precios del alquiler en un 40% y la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.
Belarra ha mandado este mensaje: «El PSOE tiene que entender que igual que no nos subordinamos a ellos cuando éramos socios de gobierno, nuestros votos del Congreso sirven para cooperar pero no para subordinarnos». O sea, que la reflexión que lanza es que la dura negociación de esta semana va a ser la tónica general de ahora en adelante.
Sin mencionar en ningún momento a Sumar, aunque sí ha citado en una ocasión a Yolanda Díaz, Belarra ha cuestionado la actitud del socio minoritario del Ejecutivo por dejar al PSOE tener un Gobierno «cómodo» en el que sólo manda Sánchez. Eso le ha servido a la secretaria general de Podemos para presentar el actual Ejecutivo de coalición como «enormemente conservador» y como uno que busca más sus apoyos en la derecha que en la izquierda.
«Lo hemos visto tb en Europa, con un PSOE que se presenta a sí mismo como el voto para frenar a la extrema derecha y que cuando llega la hora de votar apoya a los candidatos a comisario de la extrema derecha de Meloni y Orban, y acepta esos mismos votos para garantizarse su bien remunerado sillón», ha disparado también.
Por todo ello, acusa al PSOE de ser «incapaz» por sí solo de frenar a la derecha y extrema derecha «porque con sus políticas conservadoras desencanta al electorado y genera un malestar social, como pasa con la vivienda, que es donde prende el discurso del odio y del último contra el penúltimo. Porque si hace falta deja sus principios a un lado y pacta con ellos en Europa o les entrega el Poder Judicial».
La conclusión final de Belarra es que se necesita que Podemos tenga «más fuerza» y porque, así, «mejor articulado estará el bloque progresista y las transformaciones se producirán».
«Ahora estamos parando balones, algo absolutamente fundamental, pero hay que trabajar sin descanso para volver a meter muchos goles», ha rematado su intervención.