Publicado: noviembre 1, 2025, 9:07 pm
La situación insostenible en la que ha dejado el funeral de la dana a Carlos Mazón, sobre el que además se ha incrementado la presión por parte de Génova para dimitir, ha obligado a la cúpula del PP valenciano a mover ficha. La razón no es otra que evitar que sea la dirección nacional de Alberto Núñez Feijóo la que decida por su cuenta el futuro del partido en la Comunidad Valenciana.
Así, han comenzado los primeros movimientos en serio para prepararse de cara a una posible renuncia de Mazón. Y, en este sentido, hay acuerdo entre los tres líderes provinciales para que el actual presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, sea el sucesor de Mazón. En detrimento, por tanto, de la actual alcaldesa de Valencia y preferida de Génova, María José Catalá. Según confirman fuentes del PP a este diario, por tanto, se han citado todos en una reunión en Alicante «para pedir que las decisiones que se tomen en Génova deben ir de la mano del PPCV».
La decisión se ha tomado, según ha avanzado Efe y confirman fuentes del PP, en un encuentro entre el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, portavoz en las Cortes Valencianas y hombre de confianza de Mazón, y los tres presidentes provinciales del partido, a su vez presidentes de las diputaciones provinciales: Mompó (Valencia), Marta Barrachina (Castellón) y Toni Pérez (Alicante).
De esa reunión ha salido que el nombre de consenso es el de Mompó, que contaría por tanto con el respaldo de las tres provincias si se produjese algún cambio respecto a la situación de Mazón después de la semana en la que recibió abucheos en el funeral de Estado por las 229 víctimas de la dana en el primer aniversario de la tragedia. De hecho, al día siguiente Mazón dijo que en los próximos días haría «una reflexión algo más profunda» sobre lo que significó esa jornada.
Las fuentes consultadas explican que Mompó es «el único cargo del partido que ha estado en la dana y con las bases, además de que destaca por su perfil valencianista». Y, sobre todo, contaría con el apoyo del propio Mazón y de la provincia de Alicante, feudo del actual presidente de la Generalitat.
