La Estación Espacial Internacional (ISS), símbolo de la colaboración de la humanidad en el espacio, se enfrenta a una crisis importante. Una persistente fuga de aire en el módulo Zvezda, controlado por Rusia, ha despertado temores de una posible catástrofe. Los astronautas están trabajando bajo estrictos protocolos de seguridad, pero las tensiones entre la NASA y Roscosmos están alcanzando nuevos niveles por la gravedad del problema.