Publicado: noviembre 20, 2024, 7:07 pm
Tras varios meses de trabajo, agentes de la Policía Nacional han logrado desarticular una organización criminal que se dedicada a reclutar a través de redes sociales a menores de origen sueco y danés como sicarios a los que empleaban en la comisión de asesinatos y atentados con armas de fuego y explosivos.
La investigación, que se ha desarrollado en el marco de la operación Carrusel Tivoli y que la policía española ha llevado a cabo junto a las policías suecas y danesas bajo la coordinación de Europol y Eurojust, arrancó el pasado mes de mayo en el municipio malagueño de Benalmádena cuando la Policía Nacional detuvo a un menor sueco que tenía como misión ejecutar al miembro de un clan motero rival.
Posteriormente, los investigadores han procedido al arresto en la provincia de Alicante de otros tres ciudadanos suecos, todos miembros de la organización criminal desmantelada, que se encargaban de captar a los potenciales asesinos a través de un canal de Telegram. Entre los detenidos hay un matrimonio y su hijo menor de edad.
La detención en Benalmádena del sueco que había sido reclutado por este grupo criminal para cometer un asesinato en España supuso el inicio de la operación Carrusel y evitó que el joven ejecutase el asesinato. Sin embargo dejó al descubierto un modus operandi muy particular que alertó a los agentes y que sabían tenían que investigar.
La organización hoy desarticulada había captado al menor sueco a través de redes sociales y tras un proceso de reclutamiento lo habían enviado a Málaga para cometer el crimen. Fue en ese momento y ya en suelo español cuando los agentes lo detuvieron. La organización tenía previsto facilitarle posteriormente las armas que iba a necesitar para llevar a cabo su cometido, como así pudieron comprobar los investigadores más tarde.
Para la ejecución del crimen contaría con un fusil de asalto que los ahora detenidos tenían previsto enviarle. Además, habían diseñado todo un plan de huida del lugar del crimen para el que en un primer momento el sicario menor de edad se valdría de un patinete eléctrico.
En paralelo, las policías de Suecia y Dinamarca detuvieron en este último país a otros dos menores de edad, también de nacionalidad sueca, que se habían desplazado hasta Dinamarca con intención de cometer otro asesinato. Del mismo modo que al joven arrestado en Benalmádena, la organización facilitó a los dos detenidos sendas armas de fuego para que pudiesen matar a sus víctimas.
Asesinatos a la carta
La segunda fase de la operación Carrusel se centró en identificar, localizar y detener a los miembros de la organización que reclutaban a estos jóvenes y que no sólo les encargaban los asesinatos, sino que les suministran las armas, de cuyo traslado se encargaban también.
Ha sido ya a principios del mes de noviembre cuando agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) han realizado una entrada en un domicilio de San Juan, en Alicante, y han detenido a un matrimonio sueco y a su hijo menor menor de edad, todos ellos miembros de la organización criminal desmantelada.
La investigación ha permitido confirmar que en esta red criminal se integraban un matrimonio y su hijo menor, que «jugaba un papel fundamental en la contratación» de otros menores para actuar como sicarios a sueldo, han indicado fuentes cercanas al caso. El joven arrestado, junto a su padre, se encargaba también de realizar los pagos a los menores encargados de cometer los asesinatos.
En esta vivienda, constituida como centro de operaciones, estaba centralizaba la actividad del grupo y desde ella se gestionaba una red de tráfico de armas y drogas y de bloqueo de dinero, además se manejaban las cuentas en redes sociales que se utilizaban tanto para captar y reclutar a los jóvenes asesinos como para posteriormente dar las órdenes e instrucciones necesarias para la ejecución de los crímenes.
La investigación también ha puesto al descubierto una importante red criminal entre Suecia y países del Este de Europa.
