El PPE, los socialistas de S&D y los liberales de Renew han llegado a un acuerdo para desbloquear la formación de la próxima Comisión Europea. El punto de encuentro incluye que Raffaele Fitto, candidato de Giorgia Meloni, será vicepresidente de Cohesión y Reformas. El mismo cargo que desde un principio le otorgó a presidenta Ursula von der Leyen, y que tantas veces rechazaron desde la formación en la que se integra el PSOE y que está liderada por Iratxe GarcÃa.
Afirmaban que no le darÃan a la ultraderecha un puesto tan relevante y que sólo estaban dispuestos a que fuese comisario. Pero finalmente han tenido que negociar y aceptar algo que rechazaron casi desde el mismo momento que se planteó, y que el PPE siempre dijo que era una condición indispensable para llegar a un acuerdo.
Olivér Várhelyi, candidato de Orban, también formara de la próxima Comisión con una cartera reducida. Se le restan competencias en derechos reproductivos y gestión de crisis, que eran dos aspectos que preocupaban en Bruselas. Las tres formaciones, PPE, S&D y Renew, recodaban, por ejemplo, que durante la pandemia HungrÃa optó por las vacunas ruso/chinas, y que no se podÃa dejar en el candidato de ese paÃs un asunto tan delicado.
Y Teresa Ribera también estará en la Comisión como vicepresidenta para la Transición limpia, Justa y Competitiva, un puesto muy relevante que la convierte en una de las grandes referencias del próximo Ejecutivo comunitario. El PPE ha tenido que aceptar su nombramiento y, también, que no se incluya explÃcitamente que estará obligada a renunciar si es imputada por su gestión en la DANA, que es lo que inicialmente pidió el presidente de la formación, Manfred Weber.
Pero lo que sà se incluirán, insisten fuentes populares, será un mención a este asunto en la carta de evaluación de Ribera. Aunque sea a titulo personal, añaden. «Cualquier dictamen positivo acerca de la candidata socialista incorporará de manera solemne la petición de dimisión en caso de que su nombramiento implique importar un problema judicial español a la comisión europea, inciden.
Weber manifestó ya la semana pasada que debÃa dar explicaciones en España, que como parte responsable de la gestión de la DANA tenÃa que explicar su papel y que, como adelantó EL MUNDO, su nombramiento no saldrÃa adelante hasta que lo hiciese. Y eso es lo que ha ocurrido.
El presidente del PPE es consciente de que el paso que ha dado es difÃcil de digerir para el PP español y para los eurodiputados españoles de la formación europea. Génova, Dolors Montserrat y Esteban González Pons han presionado para que Ribera no saliese adelante, y en Bruselas no se descarta que incluso voten en contra del conjunto de la Comisión la próxima semana en Estrasburgo.
Pero aunque fuese un objetivo muy difÃcil de alcanzar, casi imposible, Weber se ha esforzado en alabar el papel del PP español. Ha recordado que es la segunda familia más importante, y ha ensalzado a Feijóo porque, explica en privado y en público, no sólo ganó las elecciones europeas sino que contuvo el avance de las fuerzas extremistas y radicales.
Contenido del acuerdo
El acuerdo de las tres familias polÃticas se ha plasmado en un documento de apenas tres páginas, lo suficientemente ambiguo como para que los tres partido puedan firmarlo, y en el que reconocen «los retos que plantean la situación geopolÃtica, el déficit de competitividad de Europa, las cuestiones de seguridad, la migración y la crisis climática, asà como las desigualdades socioeconómicas».
A continuación se citan nueve puntos generales, que van desde la unidad de Europa hasta la defensa de la Democracia pasando por la migración. Pero nada demasiado sustantivo. Lo relevante hoy era sacar adelante la Comisión e intentar que el próximo 1 de diciembre esté ya trabajando.