Los miembros del G20 representan en torno al 85% del PIB mundial, más del 75% del comercio mundial y alrededor de dos tercios de la población mundial, según datos oficiales proporcionados por este foro. Con estos grandes datos como telón de fondo, el país organizador, Brasil, ha querido asegurarse que esta cumbre pueda ser un hito con el lanzamiento de La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que Lula da Silva ha impulsado en primera persona. El Gobierno español se sumó desde el primer momento a este iniciativa, y en su intervención en la primera sesión de trabajo Pedro Sánchez ha comprometido 400 millones para a Asociación Internacional de Fomento (AIF), la entidad del Banco Mundial que presta ayuda a los países más pobres.
«El símbolo máximo de nuestra tragedia colectiva es el hambre y la pobreza. 733 millones de personas desnutridas. Es como si las poblaciones de Brasil, México, Alemania, Reino Unido, Sudáfrica y Canadá juntas estuvieran muriendo de hambre». Con este alegato Da Silva ha dado inicio a la cumbre en una sesión que ha supuesto el lanzamiento de esta alianza global. El gobierno brasileño ha informado de que su puesta en marcha se hace la mano de 82 países. Entre ellos figura España.
En una intervención a puerta cerrada, Sánchez ha expuesto, según fuentes del Gobierno, que los datos de pobreza y hambre en el mundo «son inaceptables y totalmente evitables con los medios de que disponemos». El jefe del Ejecutivo ha señalado la lucha contra estas desigualdades y contra el cambio climático como dos de las principales prioridades de los países más avanzados. «No hay otra causa más importante y urgente por la que luchar: erradicar el hambre, disminuir drásticamente la pobreza y reducir las desigualdades».
En este contexto, Sánchez ha anunciado que su gobierno compromete 400 millones de euros en la próxima reposición de la Asociación Internacional de Fomento. La AIF es la entidad del Banco Mundial que presta ayuda a los países más pobres. Según los datos que facilita la delegación española, esta cantidad supone un incremento de casi el 40% respecto a la anterior contribución. «Les pido a todos ustedes que aumentemos nuestra ambición», ha sido su invitación.
Como hizo hace unos días en Azerbaiyán, durante su participación en la Cumbre del Clima, el presidente del Gobierno ha llevado hasta Brasil la catástrofe de la DANA y ha advertido de las consecuencias que tiene el cambio climático. El mensaje ha sido el mismo: «Es imperativo que redoblemos nuestros esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. Porque el cambio climático mata. Lo acabamos de ver en mi país».
En la delegación española que ha acompañado a Sánchez hasta Río se encuentra su esposa, Begoña Gómez, que apeló a este viaje para aplazar su citación ante el juez Juan Carlos Peinado prevista para este lunes y pospuesta hasta el 18 de diciembre. Aunque es habitual que las o los consortes de los líderes políticos viajen a las cumbres de los G20 y tengan una agenda paralela, Moncloa ha evito entrar en detalles de la misma, remitiéndose a la organización.
En la invitación que cursó Janja Lula da Silva a Gómez se detalla que ésta tendrá «asiento en la sesión plenaria junto a la delegación de su país, también habrá una sala reservada para los cónyuges y un espacio para reuniones bilaterales que quiera organizar». Gómez ha asistido a las intervenciones que ha realizado Sánchez.