Publicado: noviembre 14, 2025, 5:39 am
Durante décadas, Sarah Jessica Parker fue sinónimo de Manhattan: tacones resonando sobre el asfalto, ingenio afilado y esa mezcla tan suya de vulnerabilidad y brillantez. Pero mientras el mundo la asociaba a un personaje televisivo icónico, había una Sarah paralela, más íntima, más constante: la lectora disciplinada que siempre llevaba un libro en el bolso, la mujer que encontraba en las novelas un refugio frente al ruido de la fama. Leer
