Más de 40 millones de estadounidenses, en vilo por el fin de la ayuda alimentaria estatal: "No sé qué haremos" - Estados Unidos (ES)
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Más de 40 millones de estadounidenses, en vilo por el fin de la ayuda alimentaria estatal: «No sé qué haremos»

Publicado: noviembre 1, 2025, 5:23 pm

La angustia sacude a 42 millones de personas en Estados Unidos —entre ellas, 10 millones de latinos— que dependen para alimentarse del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés). El cierre del Gobierno por el enroque entre demócratas y republicanos en el Senado para aprobar unos nuevos presupuestos amenaza con que esta ayuda federal a los más vulnerables se quede sin fondos. El presidente americano, Donald Trump, ha asegurado en redes sociales que ha pedido a la Fiscalía General que aclare «cómo financiar legalmente el programa lo antes posible».

A pesar de que dos jueces federales emitieron el viernes por la tarde un fallo ordenando a la Administración republicana utilizar fondos de emergencia para mantener los subsidios, aún no está claro si esa ayuda acabará distribuyéndose. Trump insistió en que los subsidios se entregarán solo si obtiene las «directrices legales» adecuadas por parte del poder judicial, y advirtió de que probablemente se produzcan retrasos.

Este sábado, comienzo de un nuevo mes, los estadounidenses más pobres —que reciben una ayuda promedio de 332 dólares por familia— se enfrentan a la posibilidad de que ese dinero, esencial para muchos, no llegue a sus bolsillos. Y es que el Departamento de Agricultura ordenó a los estados no usar fondos federales para SNAP a partir de este sábado debido al cierre del Ejecutivo. California, Texas y Florida son los estados con mayor número de beneficiarios, y un 62% de ellos son familias con hijos.

La angustia se hacía notar ya este viernes por la tarde, cuando familias de escasos recursos y personas mayores acudieron cabizbajas y en silencio a los bancos de comida de Miami, la segunda ciudad más poblada de Florida, ante la incertidumbre por el futuro de las ayudas alimentarias. «La gente está muy decaída, deprimida y con el ánimo por los suelos», dijo a EFE Paco Vélez, presidente del banco de alimentos Feeding South Florida (FSF). «Desde principios de octubre hasta hoy, la cantidad de personas que llega a la despensa se ha duplicado», aseguró el también director ejecutivo de FSF. Con el cierre del Gobierno federal, la afluencia de personas casi se ha duplicado: «Estamos atendiendo unas 150 personas al día, frente a las 80 habituales de los últimos meses», detalla Vélez.

Beatriz, una española que lleva muchos años viviendo en Florida, explica que la noticia fue «un golpe muy fuerte para el bolsillo de la gente», porque «la comida es esencial y los precios están bastante altos». Para Emilia Ruiz, quien acude periódicamente con su esposo a FSF desde hace año y medio, «es una noticia muy desagradable, porque el país está con mucha necesidad. Todos los alimentos han subido de precio, pero los salarios no». El banco de alimentos FSF ya está ampliando las dimensiones de su «supermercado» para poder atender a la ola de personas que se espera en las próximas semanas.

En Texas, la organización Hill Country Community Services también está ya realizando compras más grandes de lo habitual para prepararse ante la posible pérdida de los subsidios federales. El número de personas en busca de alimentos se ha incrementado también en esta organización. Kandy Chimento, directora de servicios, atribuye ese aumento al impacto de la inflación y a la preocupación por la suspensión de SNAP. En los últimos días, asegura, las llamadas y visitas sin cita previa han aumentado un 50 %. A Chimento le preocupa que la pérdida de este subsidio genere un efecto dominó: «Si la gente no recibe SNAP, tendrá que usar su dinero para alimentar a sus familias, lo que significa que probablemente ya no podrá pagar el alquiler y quizás sea desalojada. La mayoría vive de quincena en quincena», subrayó.

En California, el panorama para los beneficiarios de estos subsidios es aún más preocupante: 5,5 millones de personas en ese estado dependen de esta ayuda alimentaria y podrían no recibirla en noviembre por el cierre del Gobierno.

«No sé qué vamos a hacer», se pregunta Ana Lilia García, madre soltera de dos niños que vive con su progenitora, una mujer mayor. Su familia recibe alrededor de 600 dólares mensuales para la compra de alimentos, lo que le ha permitido sostener su hogar en un pequeño apartamento de una habitación. «El dinero no alcanza; tengo dos trabajos, pero no cubren nuestros gastos», explicó García, mientras enumera los pagos que, asegura, «han subido muchísimo» en los últimos años.

Trump busca una solución

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado que está tratando de buscar una solución al problema. En un mensaje en su red social Truth Social, ha asegurado este viernes que ha dado instrucciones a la Fiscalía General «que soliciten al tribunal que aclare cómo podemos financiar legalmente el programa SNAP lo antes posible».

Sin embargo, los plazos están completamente en el aire, y podría no saberse mucho más hasta el lunes, fecha que las cortes han dado al Gobierno Trump para que plantee posibles fórmulas para financiar total o parcialmente SNAP. La mayoría de expertos considera que independientemente de la decisión del Gobierno o los tribunales, parece claro que habrá retrasos en la próxima entrega de cupones para alimentos.

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