Publicado: noviembre 1, 2025, 11:40 am
La mudanza de Richard Gere y su esposa, Alejandra Silva, a Madrid —en concreto, a una espectacular mansión en una de las zonas más exclusivas y cotizadas de toda la comunidad, el barrio de La Moraleja—, junto a los dos hijos que han tenido en común, amén del hijo que la publicista tuvo en su anterior matrimonio, despertó todo tipo de comentarios.
Sobre todo, porque parecía que el intérprete, que el último día de agosto cumplió 76 años, se alejaba de las políticas de Estados Unidos, tan alejadas de su pensamiento social, buscando en España el solaz necesario para continuar con sus proyectos. Parece que finalmente no será así.
Ello no ha sido óbice para, durante este tiempo, no hayan hecho algunos de los planes más típicamente madrileños, como haber ido a disfrutar de unos churros a la famosa chocolatería de San Ginés, junto al Teatro Real, haber asistido a la última gala de los Premios Goya, celebrada en Granada —la próxima edición será en Barcelona— o haber hecho planes, como recuerdan desde Vanitatis, con su buen amigo Antonio Banderas. Sin embargo, en los últimos meses no han cesado de regresar a Estados Unidos.
Y este regreso al país natal de Richard Gere no ha sido únicamente para poder pasar tiempo con Homer Gere, el primogénito del actor, fruto de su relación y posterior matrimonio con la actriz y modelo Carey Lowell, nacido en el año 2000. Tampoco para una temporada de asueto cruzando la frontera y aprovechando las playas de México.
Según ha dado a conocer el periódico El Español, ha sido un cambio de planes sobre la marcha el que les ha impedido volver a su casa en España y quedarse en territorio norteamericano algo más de tiempo, lo que supuso un importante contratiempo para el comienzo del año escolar para sus pequeños.
«Ha sido fabuloso«, confirmaba el actor a Hello! al ser cuestionado por el rumor que apuntaba que tanto él como su familia habían regresado a EEUU. «Ahora hemos vuelto aquí, pero nuestra familia estuvo en España durante un año. Y lo más importante que puedo decir es que Ale estaba realmente feliz por su familia, sus amigos, su cultura, su ciudad. Y la comida», zanjaba.
Mucho se ha hablado de los motivos de esta decisión. Según ¡Hola!, la logística estaría detrás. Y es que el actor viaja constantemente a Estados Unidos y por el mundo por cuestiones laborales. Unos viajes a los que le acompaña su mujer siempre que puede. Pero están los niños, y esto hace que no siempre sea posible. Por eso, y siempre según la revista, al menos por ahora parece que lo más cómodo es seguir teniendo su base familiar en EEUU.
