Publicado: julio 9, 2025, 4:23 am
Los muertos por las terribles inundaciones en Texas superan ya el centenar mientras las autoridades continúan con las labores de búsqueda y rescate en el centro y sur del estado, las zonas más afectadas por la catástrofe natural.
La tragedia lo es aún más porque una inmensa cantidad de muertos son niños que participaban en campamentos de los lugares más anegados. El foco del drama ha sido el campamento cristiano Mystic, en el que han fallecido una treintena de niñas, que podrían haber sido muchas más de no ser por personas como Scott Ruskan, un joven nadador de la Guardia Costera estadounidense.
Según el Gobierno del país, el rescatista de 26 años ha salvado la vida de 165 personas en la que ha sido su primera misión oficial. Ruskan, que finalizó sus entrenamientos en la Guardia Costera hace aproximadamente seis meses, formaba parte de una tripulación de cuatro personas de la Guardia Costera que aterrizó en Camp Mystic la tarde del viernes.
No obstante, según la institución del país norteamericano, Ruskan era el único socorrista en el lugar, puesto que le acompañaban dos pilotos y un mecánico de vuelo. La tripulación despegó de Corpus Christi hacia el centro de Texas alrededor de las 06.30 horas y tardó entre siete y ocho en llegar al campamento debido a las condiciones meteorológicas.
«Los pilotos dijeron que fueron unas de las peores condiciones en las que jamás habían volado», ha explicado el teniente comandante Steven Roth, portavoz de la Guardia Costera.
Roth ha indicado que, en primero lugar, Ruskan estableció un sistema de triaje para evaluar el estado de salud de los campistas y priorizar una serie de evacuaciones con un grupo de 12 helicópteros. «Las niñas estaban aterrorizadas. La despertaron las inundaciones en plena noche, y Scott fue el primer socorrista que vieron», ha continuado el portavoz de la Guardia Costera.
En una entrevista concedida este lunes al programa Good Morning America, Ruskan relató el dramático rescate, pero minimizó el heroísmo y atribuyó a la Guardia Costera «uno de los entrenamientos de más alto nivel del mundo«.
«Cualquiera de los nadadores de rescate de la Guardia Costera habría hecho exactamente lo mismo, o incluso mejor, que yo. Nunca había visto nada tan trágico en mi vida. Tenía un trabajo que hacer», dijo el joven.
