Publicado: noviembre 12, 2025, 7:06 pm

Álvaro García Ortiz se despojó de la toga antes de descender del estrado que ha compartido en los últimos días con los abogados del Estado y los fiscales. Ya trajeado de civil, se sentó en el sillón frente a los siete magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que lo juzga por revelación de secretos. Ese mismo asiento lo habían venido ocupando los testigos convocados en los últimos días, pero ver ahí al fiscal general del Estado, ya sin los atavíos del cargo, ofreció este miércoles, por primera vez desde que comenzó el juicio, la imagen física de un hombre en el banquillo de los acusados.
