Publicado: noviembre 11, 2025, 8:23 pm
Google ha tardado, pero parece que al fin ha dado con la fórmula del reloj inteligente que llevaba años buscando. El nuevo Pixel Watch 4 llega para corregir lo que no terminaba de encajar en sus generaciones anteriores y para demostrar que la compañía puede competir, de tú a tú, con los grandes del sector.
Disponible en dos tamaños —41 y 45 milímetros— y con versiones Wi-Fi o LTE, este reloj aterriza en España desde 399 euros con una clara declaración de intenciones: más potencia, más brillo y más inteligencia. Y todo ello sin renunciar al diseño redondo y minimalista que se ha convertido en su sello de identidad.
He probado el modelo de 41 mm, el más pequeño y ligero, con caja de aluminio en color plata pulida y correa lila y la experiencia ha sido tan agradable como sorprendente. Te lo cuento en este análisis.
Diseño exquisito y único
No me voy a andar por las ramas y directamente diré que me encanta el diseño de este reloj. En lo estético me parece limpio, brillante, llamativo, bonito… apetitoso. Es un smartwatch que capta miradas y que gusta a quien te lo ve puesto. Me ha ocurrido el cien por cien de las veces.
En lo que se refiere a comodidad y ergonomía, también tengo alabanzas. Yo he probado el modelo pequeño, el de 41 milímetros, con caja de aluminio en color plata pulida y correa deportiva en color lila. Su peso es de 31 gramos sin la correa y lo cierto es que se siente muy ligero y agradable de llevar.
La correa, además, tiene esa fórmula para atarse que tan cómoda me resulta estilo cinturón —la misma que el Apple Watch Series 11 que he probado este año—.
Los acabados responden a un producto de gama alta y todo se nota fino y suave. Bien construido. Como novedad, este año Google ha dado un paso poco habitual en el sector: apuesta por el derecho a reparar. El nuevo Pixel Watch 4 permite que tanto la pantalla como la batería puedan ser reemplazadas por el propio usuario. Puede parecer un cambio menor, pero creo que es toda una declaración de intenciones y un gesto hacia los consumidores muy aplaudible.
Unido a que tiene resistencia 5 ATM (te puedes sumergir con él hasta 50 metros bajo el agua), está fabricado con aluminio de calidad aeroespacial y cuenta con una clasificación IP68, tienes reloj para años si quieres.
La caja incluye tres elementos: un botón lateral, una corona pulsable y, otra novedad, el sistema de carga por pines en el lateral izquierdo. Este último ha sido un tema que ha generado algo de controversia y no ha gustado a todo el mundo, sinceramente, en mi opinión como mucho podría ‘afear’ un poco el aspecto limpio que distingue a esta familia de relojes, pero no ha supuesto molestias en mi experiencia de uso. Lo que sí me ha molestado algo más es la disposición del botón y la corona: me resulta más cómoda de girar cuando esta está más arriba, pero tampoco es algo que haga que el smartwatch me guste menos.
Hay una cosa, en cambio, que no me ha gustado nada: el sistema para instalar las correas. Me sentí una señora cuando me costó casi dos minutos introducir las dos en la caja. Es una propuesta costosa y para la que desde luego necesitas habilidad y paciencia. Si mi madre se comprara este reloj estoy segura de que lo desestimaría antes de llevarlo por no saber ‘montarlo’. O me llamaría a mí, claro.
Por lo demás, me parece un dispositivo deliciosamente bien hecho que da gusto llevar, tocar y —como ahora voy a detallar en la parte de la pantalla— observar.
Pantalla que brilla más que nunca
La pantalla abovedada de este reloj es otra delicia. Google ha introducido una nueva tecnología para el display que llama Actua 360 que lleva un cristal 3D Corning Gorilla Glass 5.
Más allá de nombres técnicos y datos, la sensación es de una inmersión total gracias a su curva más pronunciada. A esto también ayuda el hecho de que en esta generación los biseles se han reducido un 15 por ciento, dando como resultado no solo un aspecto más fino en lo estético, sino una experiencia de uso mucho más aprovechada: mismo tamaño de caja, más espacio para lo que podemos ver en la pantalla.
La pantalla es siempre activa (always-on) y ofrece una frecuencia de actualización dinámica entre 1 y 60 Hz, adaptándose al contenido y al uso para mejorar la eficiencia energética.
Y la guinda del pastel la encontramos cuando tocamos el display: los nuevos Google Pixel Watch 4 vienen con 3000 nits de brillo. Y la pantalla se ve increíble en interiores y en exteriores.
El combo de todo esto es que este reloj tiene un panel de gama alta que desde luego puede codearse con otras grandes marcas, marcas incluso mucho más maduras en el sector de los wearables de muñeca.
Rendimiento a la altura y experiencia de uso natural
Hasta ahora ha quedado claro que este reloj me ha gustado tanto por su apariencia como por su comodidad y usabilidad. La opinión no cambia en lo que a manejarlo se refiere.
Esto se debe a dos motivos. En primer lugar, Google ha incluido en esta generación un sistema de doble chip: Qualcomm Snapdragon W5 Gen 2 y coprocesador Cortex-M55, cuyo cometido es gestionar los procesos de inteligencia artificial. Gracias a ese apoyo, el procesador principal se alivia de tareas y puede rendir más y mejor. Y esto tiene otra consecuencia colateral (también buena): la autonomía se resiente menos.
Ya que menciono la IA, la experiencia me ha resultado súper natural. Gemini, el asistente con inteligencia artificial de Google, está completamente integrado en el reloj y esta generación trae novedades como levantar la muñeca para hablar con él. También le puedes pedir que mire tu calendario y tu correo de Gmail para organizarte el día y, si tienes cacharrillos smart por casa, te permite controlarlos.
En este apartado de poder hablar con Gemini ha sido también fundamental la mejora del altavoz, que ahora es más potente. Y por supuesto, para ello el reloj cuenta con micrófono integrado. Estos elementos también te permiten hacer y recibir llamadas de voz.
En segundo lugar, el Pixel Watch 4 incluye el sistema operativo Wear OS 6.0, un rediseño de la plataforma muy alabado en el sector y que en mi experiencia ha resultado sencillo, visualmente atractivo y dinámico y fluido. La naturalidad de los movimientos aparece aquí de nuevo y todo se siente como bien pensado y en su sitio.
Otros puntos a destacar son que dispone de 2 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento, suficiente para instalar aplicaciones, guardar música y almacenar datos sin depender del móvil. Y que viene con varias funciones relacionadas con la seguridad: la gran novedad es la comunicación por satélite, que permite pedir ayuda incluso en zonas sin cobertura móvil ni wifi, pero también tenemos otras viejas conocidas como la pérdida de pulso o la detección de caídas y de accidentes.
Salud y deporte
Donde el Pixel Watch 4 vuelve a brillar es en la parte de salud y bienestar. Google mantiene la integración total con Fitbit y eso significa que detrás del diseño elegante hay una maquinaria muy precisa midiendo prácticamente todo lo que ocurre en tu cuerpo. Mejora más el hecho de que con la compra vienen 6 meses de Fitbit Premium gratis.
El reloj incluye un sensor óptico multirruta de frecuencia cardiaca, que monitoriza el pulso de forma continua durante el día y la noche con gran precisión. Además, incorpora sensores eléctricos multifunción compatibles con ECG, lo que permite realizar electrocardiogramas desde la muñeca para detectar posibles anomalías cardiacas.
La lista de sensores no termina ahí: encontramos también medición de oxígeno en sangre (SpO₂), sensor de conductancia eléctrica cutánea (cEDA) —que analiza la respuesta del cuerpo al estrés—, sensor de temperatura cutánea de largo alcance, acelerómetro, giroscopio, altímetro, barómetro, magnetómetro y brújula.
En definitiva, un arsenal completo de datos para quien quiera vigilar su salud con detalle o mejorar su rendimiento deportivo.
En mi experiencia, las mediciones son coherentes y el reloj detecta automáticamente actividades como caminar, correr o montar en bici sin necesidad de iniciar el modo manual. El GPS de doble frecuencia (GPS, Galileo y GLONASS) también se nota: las rutas quedan registradas con precisión, incluso en entornos urbanos donde otros dispositivos pierden la señal.
La aplicación de Fitbit sigue siendo la puerta de entrada a toda esta información. Es intuitiva, ordenada y con métricas útiles: desde el nivel de recuperación diaria hasta el tiempo de sueño profundo o la variabilidad de la frecuencia cardiaca. Además, el Pixel Watch 4 añade funciones como el control de estrés, la monitorización continua de la temperatura y las alertas de ritmo cardiaco anómalo.
No falta el lado más deportivo: admite entrenamientos guiados, más de 50 modos de ejercicio, objetivos de pasos, zonas de frecuencia cardiaca en tiempo real y compatibilidad con aplicaciones de terceros desde Wear OS.
Autonomía: mejora la eterna queja de los usuarios, pero falta
La batería integrada de 325 mAh promete hasta 30 horas de uso con la pantalla siempre activa y hasta 48 horas en modo ahorro. Siendo sincera, en la práctica esto supone cargar el reloj prácticamente a diario. Y ya he dejado claro en más de una ocasión que eso es algo que no me gusta. La pregunta, supongo, es si estoy dispuesta a sacrificar autonomía por todo lo demás. Y me surgen dudas.
El modo always-on para mí siempre ha sido una función prescindible, así que excepto para las pruebas iniciales y ver rendimiento de la batería con esta opción activada, no lo he llevado. Eso le da algo más de margen a la autonomía y podemos rascar casi los dos días si no somos exigentes. Pero utilizándolo para ejercicio, con GPS y con algo que interactúes con Gemini, la cosa decae.
Lo que es cierto es que, para compensar, la carga rápida es espectacular: permite alcanzar el 50 % en solo 15 minutos y el 100 % en 45 minutos, cifras que lo sitúan entre los relojes con carga más veloz del mercado. Esto significa que en poco más de una ducha lo tienes con suficiente batería, al menos, para funcionar una jornada de trabajo y una intensa tarde infantil.
Resumen
El Google Pixel Watch 4 no solo es el reloj redondo de Google por su forma, sino también por su madurez. La compañía ha encontrado el equilibrio entre diseño, funcionalidad y experiencia de uso. Este modelo de 41 milímetros combina una estética impecable con una comodidad sobresaliente y un rendimiento que está a la altura de lo que se espera de un smartwatch de gama alta.
La pantalla es espectacular, con un brillo de hasta 3.000 nits que permite verla incluso bajo el sol más intenso; el procesador Snapdragon W5 Gen 2, acompañado del coprocesador de IA Cortex-M55, ofrece fluidez y agilidad en cada interacción; y Wear OS 6.0 se siente más rápido, más intuitivo y más bonito que nunca. Todo encaja, todo fluye.
Pero hay más. La integración de Gemini, el asistente con inteligencia artificial de Google, también es un acierto: puedes levantar la muñeca para hablar, pedirle que revise tu correo, te recuerde una cita o controle tus dispositivos conectados. Y todo ello con una naturalidad que sorprende.
Su seguimiento de salud y deporte es exhaustivo y su capacidad para medir desde el ritmo cardiaco hasta la temperatura cutánea o el nivel de estrés es muy precisa.
También se agradece que la marca haya apostado por el derecho a reparar y por materiales más sostenibles, algo poco habitual en el sector.
El punto menos brillante sigue siendo la autonomía. Con una duración media de entre 24 y 36 horas, sigue sin ser el compañero ideal para olvidarte del cargador. No obstante, la carga ultrarrápida, capaz de alcanzar el 50 % en solo 15 minutos, lo compensa parcialmente y permite mantener el ritmo del día sin interrupciones.
El Pixel Watch 4 es el reloj que Google necesitaba para ponerse al nivel de Apple y Samsung. Si tienes un móvil Android y quieres un smartwatch que realmente aproveche todo el potencial del ecosistema de Google, no deberías perder de vista este.
