Aun estando oculta en algún lugar de Caracas por la persecución a la que el régimen chavista la somete desde hace un año, María Corina Machado no descansa ni un minuto. Pese al encierro forzoso entre cuatro paredes, esta líder opositora, de 57 años, despacha … como una hiperactiva ejecutiva, dirigiendo un movimiento libertario que le ha merecido numerosos reconocimientos y premios internacionales.
Concede la entrevista a ABC desde su trinchera clandestina, donde organiza la resistencia, los planes del futuro Gobierno y sus contactos con jefes de Estado aliados, disidentes y militares institucionales, además de impulsar negociaciones para la salida del régimen chavista.
—¿Cómo se encuentra en estos momentos? Casi un año después de las elecciones del 28 de julio, se ha quedado sola, sin sus seres queridos, ¿cuál es el precio que está pagando por liderar esta lucha por la libertad y la democracia en Venezuela?
—Es duro, efectivamente, estar absolutamente aislada durante casi un año, no poder tocar, besar, mirar a los ojos directamente a una persona, pero yo no me siento sola, porque sabemos que hay un país entero que acompaña esta lucha y que cada día son más incluso los ciudadanos demócratas alrededor del mundo que entienden claramente lo que está en juego en Venezuela.
«Es duro estar un año sin tocar, besar, mirar a los ojos a una persona, pero no estoy sola, el país entero me acompaña»
—¿A qué dedica su tiempo?
—Estas circunstancias me han permitido concentrarme exclusivamente en una cosa y es hacer valer el mandato inmenso, extraordinario, del 28 de julio del año pasado y terminar de sacar al régimen del poder, lo cual va a ocurrir. Antes o después va a ocurrir. Y cada día que pasa, nosotros avanzamos en territorio y el régimen retrocede.
—Un año después de las elecciones del 28 de julio, ¿qué ha cambiado?
—Muchas cosas han cambiado en el mundo, también en Venezuela. Y esa es la pregunta central. Cómo estábamos los venezolanos el 28 de julio y cómo estamos hoy.
—La escuchamos.
—Esto hay que verlo con la total y absoluta objetividad, de manera descarnada. El 28 de julio hubo un país que se rebeló frente a una tiranía que arriesgó todo y que demostró una capacidad de organización inédita, hasta el extremo de que sorprendimos a un régimen que tenía prevista una nueva farsa. Algunos con muy buena fe y entusiasmo, y otros a pesar de sí mismos, tuvieron que reconocer la victoria de Edmundo González Urrutia y la derrota humillante que le dimos a Nicolás Maduro.
Video.
Entrevista a la opositora venezolana María Corina Machado
—¿Cómo les afectó la represión del régimen?
—La fuerte represión obviamente nos ha creado daños, pérdidas gigantes. Pero ellos mismos, aferrándose al poder a la fuerza, terminaron de hundirse, de abrir cada vez más un hueco y nos dedicamos en estos meses a que el mundo tomara nota de nuestra victoria y el fraude de Maduro, y colocar al régimen en ese rótulo de terrorismo de Estado, crímenes de lesa humanidad y jefes de una empresa criminal.
—¿A qué precio?
—Esto lo hemos logrado gracias al sacrificio y a la valentía inmensa de presos y perseguidos políticos, de los familiares de las víctimas, de los defensores de los derechos humanos y de periodistas que en su mayoría están fuera del país, porque los que están aquí casi no se atreven a hablar. Le han dicho la verdad al mundo.
«Nadie se resigna a la miseria, al terror. Bajo esa máscara que intenta imponer el régimen, hay un país en efervescencia»
—¿Cuántos presos políticos hay?
—Hoy Venezuela tiene 934 presos políticos, incluyendo adolescentes entre ellos. Por haber dicho la verdad, por haber defendido nuestra soberanía popular.
—¿Maduro todavía tiene gente que le apoya?
—Acabamos de ver el 25 de mayo donde hicieron una farsa electoral para enterrar el 28 de julio, donde amenazaron a los empleados públicos que le quitaban sus empleos, a los venezolanos más humildes que le quitaban sus bonos o sus bolsas de comidas y más del 87% del país desobedeciendo. Esto demuestra que tiene menos gente.
—¿Ve a Maduro aislado internacionalmente?
—Internacionalmente está más aislado que nunca. Sus aliados son Siria, Irán, Rusia, Cuba, China. Porque tiene menos plata que hace un año. Porque finalmente se ha entendido que, como estructura criminal, hay que cerrarle las fuentes de financiación transcontinental con los grupos criminales y los ingresos por petróleo, oro y contrabando, el oro de sangre, por narcotráfico, están siendo cada vez más cercados.
La periodista de ABC Ludmila Vinogradoff entrevista a María Corina Machado desde la Redacción de ABC
Carlota García Sánchez
—¿En lo interno, qué le queda a Maduro?
—Las tensiones y fricciones se sienten y se profundizan en esa estructura militar y de negocios y de mucha plata y corrupción, que es lo único que le queda a Maduro. Así que mucho ha cambiado para el régimen, y para peor cada día que pasa. Por el contrario, los venezolanos sabemos que esto es una lucha existencial, es una lucha espiritual.
—¿Cómo se organizan en esas condiciones adversas?
—En este nuevo contexto hay que organizarse de nuevas maneras y a eso es que estamos abocados. Ocupamos un territorio, no hemos permitido que sus presiones nos hagan retroceder y, por el contrario, quienes están retrocediendo son ellos.
«Nunca ha habido una administración tan clara y tan informada sobre la naturaleza del régimen criminal»
—Este año apenas ha habido protestas y movilizaciones. ¿Se ha resignado Venezuela al chavismo y a Maduro?, ¿Está la gente decepcionada tras el esfuerzo de hace un año?
—Nadie se resigna al hambre, a la miseria, al terror, a la familia separada, a tus hijos secuestrados. Quien piense eso no entiende nada, se está quedando en esa cortina de hierro que el régimen trata de imponer sobre Venezuela. Pero lo que está ocurriendo debajo de esa gran máscara es un país en efervescencia. ¿Cómo que no hay protesta? ¿Cómo que no hay organización? Lo que pasa es que todo el que medio levanta la voz termina preso. Saben que este proceso que ellos representan, este sistema, es inviable e insostenible y se está hundiendo. Y creyeron que, a punta de violencia y de mentira, nos iban a hacer retroceder y que nos íbamos a rendir, y ha pasado todo lo contrario. Ah, que hay algunos que se han quebrado, algunos que se han resignado, que hay operadores alrededor del mundo, incluyendo en España que están buscando que esta enorme gesta fracase. Sin lugar a dudas. ¿Por qué?, porque hay mucha plata. Hay mucho dinero que se está haciendo a costa del hambre de los venezolanos.
—¿Qué le parece la actitud que el Gobierno de España toma con el régimen de Maduro?
—Lamentable pero no sorprendente. Por supuesto, lo ético, lo lógico y lo políticamente procedente sería una posición firme y una presión dura desde el Gobierno español ante los crímenes de Maduro, porque aquí ya no hay excusas. Todo el mundo sabe que Maduro es la cabeza de una estructura del crimen mundial. La propia Comisión Interamericana de los Derechos Humanos lo ha calificado como terrorismo de Estado. Las Naciones Unidas como crímenes de lesa humanidad.
Desde luego, había esperado que España asumiera el liderazgo en la lucha por el respeto a los derechos humanos y la democracia en Venezuela
, no solamente en Europa, en el mundo entero. Pero no lo hicieron. La historia los juzgará. Afortunadamente, otros países europeos sí lo han hecho. Quiero dejar esto claro. Con o sin el apoyo firme de un determinado gobierno, nosotros vamos a liberar a Venezuela, Maduro va a salir del poder, no solo porque fue el mandato de los ciudadanos, ejerciendo la soberanía popular que lo derrotamos por paliza con los votos, sino porque esta es una lucha existencial y espiritual. Es nuestro derecho de vivir con dignidad, en libertad, y además es la determinación de los venezolanos que vamos a unir a nuestras familias, que vamos a traer a nuestros hijos de vuelta a casa. Y la historia juzgará implacablemente.
—¿Está Zapatero blanqueando a Maduro? Si es así, ¿por qué cree que lo hace? ¿Tiene intereses económicos?
—
El señor Zapatero, durante un largo tiempo, logró presentarse como «imparcial» en el conflicto venezolano
. Él decía en ese entonces que eso le permitía ser un interlocutor del régimen de Maduro. Pues ya hemos entendido qué tipo de interlocución tenía y a quién le servía. En primer lugar, negociar con secuestradores sin cuestionar sus crímenes es una manera de avalarlos y, en segundo lugar, gestionar intereses particulares bajo la mesa, utilizando seres humanos como fichas de cambio, es algo abominable. Como le he dicho, la historia juzgará y será implacable. El pueblo venezolano ya lo ha sido con estos personajes y, cuando esto se sepa, que se sabrá, no tengo duda de que el pueblo español también lo será.
—¿Sospecha que los últimos escándalos de corrupción que han estallado en España, con el exministro Ábalos como protagonista, tengan ramificaciones en Venezuela? Algunos medios ya han apuntado que se investigan supuestos sobornos para hacer negocios petroleros en Venezuela.
—Y no me extrañaría que de otros tipos también. Del lado del régimen de Maduro, por supuesto que ha hecho negocios con medio mundo y, cuando todo se sepa, les puedo asegurar que el mundo va a estar impactado con el tamaño y la magnitud del desfalco, con la perversión del saqueo a Venezuela. Créame, esto va a ser el robo más grande de la historia… Pensar que el país con las reservas petroleras más grande del mundo, con gas, oro, minerales, y tiene a su población muriendo de hambre y un tercio ha huido del país…
Así que estos «escándalos de corrupción» en Venezuela representan vidas humanas destruidas, miles de presos políticos y perseguidos.
Todos estos corruptos se han hecho cómplices de una estructura criminal mafiosa y ellos lo saben. Y ese es el asunto: cuando te haces parte de la mafia, ¿cómo sales de ella? Así que esto no es casualidad, la miseria de un país tan rico como Venezuela. Todos estos recursos han sido utilizados durante 26 años para hacer negocios sucios, para corromper a decenas de gobiernos alrededor del mundo, y por eso ha costado tanto demostrar lo evidente. Este es un régimen que ha extorsionado, que amenaza, que corrompe dentro y fuera, y por eso son tantos los cómplices que han callado pero que ahora comenzarán a hablar.
—¿Qué cree que hay detrás del caso de Delcy Rodríguez cuando aterrizó en España con maletas que no pasaron los controles del aeropuerto de Barajas y se reunió con Ábalos?
—A mí me resulta inconcebible que una persona sancionada por la Unión Europea pueda aterrizar como si nada en territorio europeo y además hacerlo de una manera tan oscura con ese nivel de complicidad. Y tampoco se entiende. Bueno, ahora sí se comienza a entender la cantidad de versiones que han surgido al respecto.
Lo que yo sí les puedo asegurar es que, donde esté la señora Delcy Rodríguez, el único fin es defender sus intereses y los del sistema criminal.
No tengo duda de que al final la verdad se sabrá y la justicia se impondrá en España y Venezuela.
—Conocemos la vinculación con Venezuela de los líderes de Podemos, como Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. ¿Sabe usted si los socios del Gobierno, como Yolanda Díaz, de Sumar, u otros líderes de ese partido y del PSOE tienen negocios o contactos estrechos con el régimen de Maduro?
—La verdad es que no conozco ese nivel de detalles y no puedo especular por más que haya indicios tremendamente preocupantes. Como venezolana, lo que sí puedo decir es cómo a ciertos sectores les es tan fácil lavarle la cara y justificar al chavismo, pero se niegan a ver el dolor y solidarizarse con la voluntad de un pueblo que no solamente se expresó en las urnas, sino que está siendo diezmado, perseguido. Niños que crecen con hambre, que van a la escuela dos días a la semana, maestros que ganan un dólar al día. Frente a ese dolor e injusticia de la que tanto han hecho alarde, miran para otra parte. Para mí,
está claro que individuos como el señor Iglesias y el señor Monedero se han involucrado activamente para avalar y promover regímenes criminales como el de Maduro en varios países de América Latina.
Ha sido un gran negocio para ellos y una tragedia para la gente.
—¿Qué más puede hacer la comunidad internacional para que la democracia llegue a Venezuela?
—Creo que la comunidad internacional puede hacer muchísimo más. Yo puedo entender que hay conflictos que se suceden unos tras otros en el mundo, pero hay que entender que lo que está pasando en Ucrania o en Oriente Próximo está profundamente relacionado con lo que ocurre en Venezuela. Maduro es el gran aliado de Putin y del régimen iraní. Es quien ha abierto las puertas de América Latina. Y han usado Venezuela como su territorio, su santuario.
«Hemos ofrecido negociar la salida de Maduro, lo que implica dar garantías. Si se niega, saldrá sin negociar»
—¿Cómo ve la relación de Estados Unidos con Venezuela, en la que parece que priman los intereses económicos y particulares de Donald Trump? ¿Mantiene algún tipo de contacto con la administración de Estados Unidos, especialmente con el secretario de Estado, Marco Rubio?
—Absolutamente, tenemos las mejores relaciones permanentes, continuas y totalmente alineadas. Nunca ha habido una administración que esté tan clara, tan informada sobre la naturaleza del régimen criminal y un secretario de Estado que esté tan informado y consciente de las amenazas que hay sobre la región y desde Venezuela a la seguridad del hemisferio. Yo no puedo creer que alguien diga que priman los intereses económicos cuando es esta administración la que decidió limitar y cancelar unas licencias que permitían por la vía de operaciones petroleras que le llegara recursos al régimen que usaban para corrupción, represión y terror. Que ha sido esta administración la que ha dicho que se trata de una estructura criminal donde el cartel de los Soles está liado con el Tren de Aragua. Declararon el Tren de Aragua una organización terrorista y han dicho claramente que el jefe es Nicolás Maduro. Y que está llevando adelante operaciones antinarcóticos y anticorrupción de enorme envergadura en la región.
—¿Tiene datos de la salida de venezolanos y la detención de opositores desde el 28 de julio, usted vaticinaba que serían tres millones de venezolanos si Maduro continuaba en el poder?
—Desafortunadamente, tanto Colombia como Brasil, que son los destinos, los caminos fundamentales por los cuales huyen los venezolanos, dejaron de presentar públicamente las cifras oficiales. Por lo tanto, lo que tenemos son estimados. Son cifras verdaderamente aterradoras. Lo que yo sí puedo decir con certeza, en el instante que saquemos a Maduro, van a ser millones los venezolanos que van a regresar.
—¿Estaría dispuesta a amnistiar a Maduro y darle garantías a su círculo a cambio de que dejaran el poder y hubiera una transición democrática a pesar de la recompensa de 25 millones de dólares que Estados Unidos ofrece por él y de la investigación del Tribunal Penal Internacional?
—Hemos ofrecido una negociación para la salida de Maduro, empezando por el reconocimiento del 28 de julio y de que habrá justicia. Que ello implica dar garantías, ofrecer incentivos a los efectos de facilitar la salida, evidentemente. Pero eso será objeto de lo que se discutirá en el escenario de que se dé una mesa de negociación para la salida del régimen. Con lo cual hemos dicho que estamos de acuerdo. Ahora bien, si el régimen se niega a un proceso de negociación, pues saldrá sin negociación, pero van a salir.