Tenemos un problema, un problema de salud pública importante. Las vacunaciones están cayendo peligrosamente desde después del covid-19 tanto entre los niños –lo que está suponiendo un incremento de las cifras de sarampión muy importantes, hasta el punto de que, si comparamos la incidencia de 2023 respecto a la de 2022, el sarampión se ha multiplicado por 20 en la Unión Europea, pasando de 941 casos a 42.200, y también las segundas vacunaciones de la triple vírica, por ejemplo, con los riesgos que comporta- como entre los adultos y la población de riesgo frente a enfermedades infecciosas respiratorias como la gripe o el covid-19, que no, no ha desaparecido, aunque no salga demasiado a los titulares de los medios.