Publicado: noviembre 12, 2025, 1:46 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-sabia-chicas-cinco-revelaciones-emails-epstein-20251112181042-nt.html
Donald Trump ha negado durante años su implicación o su conocimiento de las fechorías del que fuera su amigo, Jeffrey Epstein, que se quitó la vida en 2019 en una cárcel de Nueva York poco antes de ir a juicio por una trama … de trata de mujeres y abusos sexuales a menores.
Los emails desvelados este miércoles por los demócratas en el Congreso ofrecen un relato diferente y que amenaza con deteriorar al presidente de EE.UU. frente a su base más extremista. La que siempre ha creído en las teorías conspiranoicas de la existencia de una ‘lista de clientes’ que los poderes quieren ocultar.
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Trump «pasó horas» con una de las víctimas de Epstein
En un correo enviado en abril de 2011 por Epstein a su entonces pareja y participante en sus abusos, la británica Ghislaine Maxwell, el financiero escribió que una víctima «pasó horas en mi casa con él», en referencia a Trump. En los emails revelados, los nombres de las víctimas aparecen tapados para proteger su identidad.
El presidente de EE.UU. ha negado una y mil veces cualquier tipo de implicación en las correrías de Epstein, del que fue amigo en la década de 1990 y principios de este siglo. Hay fotos y vídeos en los que se ve a ambos en fiestas, rodeados de chicas jóvenes, riendo y comentando sobre su compañía.
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«Por supuesto sabía lo de las chicas»
Epstein pasó décadas abusando de mujeres jóvenes, muchas de ellas menores. Las ofrecía en ocasiones a amigos poderosos de su entorno -de ahí viene la retirada de los títulos al príncipe Andrés de Inglaterra-, las captaba para que le dieran masajes, las llevaba a su isla en el Caribe, en el avión privado que era conocido como ‘Lolita Express’.
«Por supuesto que sabía lo de las chicas», escribió Epstein a Michael Wolff, un periodista que ha escrito libros sobre Trump con revelaciones escandalosas, pero que no habló de esto. Ese correo fue en enero de 2019, durante la primera presidencia de Trump, y pocos meses antes de que se reabriera el caso contra Epstein, lo que acabó con su imputación, y después, con su controvertido suicidio en una celda.
La petición de renuncia de Trump
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«Pidió a Ghislaine que parara»
En ese mismo mensaje a Wolff en 2019, Epstein argumentaba que Trump tenía conocimiento de lo que pasaba porque exigió a Maxwell que pusieran fin a las fechorías con chicas jóvenes. «Pidió a Ghislaine que parara», dijo sobre la que fue su pareja, que ahora cumple una condena de 20 años de cárcel por tráfico sexual.
El pasado verano, Todd Blanch, abogado de Trump en su juicio penal en Nueva York el año pasado y ahora alto cargo del Departamento de Justicia, se entrevistó con Maxwell en su cárcel. De allí salió una declaración de Maxwell en la que repetía que nunca vio a Trump «comportarse de forma inapropiada con nadie».
Este era el último intento de Trump de limpiar su relación con Epstein, el asunto que más dolores de cabeza le ha traído con sus votantes desde que ha regresado a la Casa Blanca. Se esperaba que esta semana Maxwell solicitara de forma oficial a Trump la conmuta de su pena.
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Trump «es el perro que no ha ladrado»
En aquel email de 2011, Epstein hablaba a Maxwell de Trump como «el perro que no ha ladrado» y que, pese a ser una persona cercana y a haber pasado horas con una víctima «nunca ha sido mencionado».
Trumo, «el perro que no ha ladrado»
En aquella época, Epstein ya había sido condenado por su trama de abusos sexuales. Pero logró un acuerdo de culpabilidad muy beneficioso por el que solo pasó unos meses en la cárcel. El financiero buscaba contener la exposición pública de su caso y Trump, con el que tuvo una buena amistad -ambos vivían entre Nueva York y Palm Beach- y era entonces una estrella de la telerrealidad podía estar entre quienes cobraran visibilidad.
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«Deberías dejarle que se ahorque»
La implicación o el conocimiento de las correrías de Epstein por parte de Trump adquirieron un nuevo peso cuando el multimillonario neoyorquino desembarcó en política en 2015. En diciembre de aquel año, en un email de Wolff a Epstein, el primero le alertó de que la cadena CNN, anfitriona de un debate entre candidatos en las primarias republicanas, iba a preguntar a Trump «sobre su relación contigo».
«Si pudiéramos diseñar una respuesta para él, ¿cuál crees que debería ser?», le respondió Epstein. Wolff sugirió que no hicieran nada, porque Trump probablemente negaría cualquier relación con el que fue su amigo.
«Creo que deberías dejarle que se ahorque», recomendó Wolff. «Si dice que no ha estado en el avión o en la casa, eso te da munición política y de relaciones públicas. Le puedes ahorcar de una forma que genere un potencial beneficio para ti o, si parece que puede ganar, le puedes salvar, lo que generaría una deuda», añadió Wolff, de los que se infiere la presencia de Trump en los escenarios emblemáticos de los delitos de Epstein -el ‘Lolita Express’ y su casa-, lo que el presidente siempre ha negado.
