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Suelo pélvico: este es el primer paso antes de hacer cualquier tipo de ejercicio para fortalecerlo

Como cualquier otra parte del cuerpo, el suelo pélvico es una estructura -compuesta por músculos, ligamentos y fascias- que hay que saber identificar y controlar para integrarla adecuadamente en la actividad física de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, su localización ‘oculta’ y la escasa … conciencia de cómo y cuándo contraerlo hace que la prevalencia de disfunciones en el suelo pélvico -incontinencia urinaria o fecal, prolapsos, dolor o afectación de la actividad sexual- sea muy elevada, especialmente en mujeres.
María Torres Lacomba, doctora en Biomedicina y catedrática de Fisioterapia en la Universidad de Alcalá (UAH), es la presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas en Salud de la Mujer y Salud Pélvica (AEF-SAMU), que atiende a una demanda social creciente de las mujeres, que necesitan respuestas a problemas tan extendidos, pero tradicionalmente silenciados, como las pérdidas de orina por esfuerzo o los prolapsos de los órganos pélvicos -vejiga, útero y recto-, causados por disfunciones del suelo pélvico y que son mucho más prevalentes que en la población masculina.

Además, fundó en 2007 y sigue trabajando en el grupo de investigación ‘Fisioterapia en los Procesos de Salud de la Mujer’ de la UAH, donde aplican la perspectiva de género a los problemas de salud pélvica, pues la anatomía y la fisiología determinan la prevalencia de disfunciones que afectan de manera diferencial a mujeres y hombres. Se centran en las primeras, a las que estos problemas pueden incluso llegar a limitar su actividad física, que ya de por sí es menor que en los hombres. Sin embargo, como señala Torres, en ningún caso dejar de moverse debería ser una opción.
-Tradicionalmente, la investigación en salud ha estudiado más el cuerpo masculino, de manera que aún quedan muchas cuestiones por resolver de la salud femenina. ¿Es también así en el caso de la salud pélvica?

Publicado: diciembre 2, 2025, 5:15 am

Fuente de la noticia : https://www.abc.es/salud/enfermedades/suelo-pelvico-primer-paso-tipo-ejercicio-fortalecerlo-20251201144139-nt.html

Como cualquier otra parte del cuerpo, el suelo pélvico es una estructura -compuesta por músculos, ligamentos y fascias- que hay que saber identificar y controlar para integrarla adecuadamente en la actividad física de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, su localización ‘oculta’ y la escasa conciencia de cómo y cuándo contraerlo hace que la prevalencia de disfunciones en el suelo pélvico -incontinencia urinaria o fecal, prolapsos, dolor o afectación de la actividad sexual- sea muy elevada, especialmente en mujeres.

María Torres Lacomba, doctora en Biomedicina y catedrática de Fisioterapia en la Universidad de Alcalá (UAH), es la presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas en Salud de la Mujer y Salud Pélvica (AEF-SAMU), que atiende a una demanda social creciente de las mujeres, que necesitan respuestas a problemas tan extendidos, pero tradicionalmente silenciados, como las pérdidas de orina por esfuerzo o los prolapsos de los órganos pélvicos -vejiga, útero y recto-, causados por disfunciones del suelo pélvico y que son mucho más prevalentes que en la población masculina.

Además, fundó en 2007 y sigue trabajando en el grupo de investigación ‘Fisioterapia en los Procesos de Salud de la Mujer’ de la UAH, donde aplican la perspectiva de género a los problemas de salud pélvica, pues la anatomía y la fisiología determinan la prevalencia de disfunciones que afectan de manera diferencial a mujeres y hombres. Se centran en las primeras, a las que estos problemas pueden incluso llegar a limitar su actividad física, que ya de por sí es menor que en los hombres. Sin embargo, como señala Torres, en ningún caso dejar de moverse debería ser una opción.

-Tradicionalmente, la investigación en salud ha estudiado más el cuerpo masculino, de manera que aún quedan muchas cuestiones por resolver de la salud femenina. ¿Es también así en el caso de la salud pélvica?

-Curiosamente, en el estudio de las disfunciones del suelo pélvico el sesgo de género está en detrimento del hombre. Quizás, se debe a que la prevalencia es menor que en las mujeres, para las que algunos estudios indican que entre un 40 y un 50% sufren disfunciones de este tipo a lo largo de su vida. Existen factores de riesgo inherentes a nosotras como el embarazo, el parto vaginal o los cambios hormonales relacionados con la menopausia, además de la propia anatomía, que nos hacen más propensas, por lo que, en efecto, hace falta seguir investigando para conocer mejor lo que sucede en el cuerpo de las mujeres.

-¿Cuáles son los factores de riesgo que impactan en la salud pélvica de los hombres?

-Las alteraciones en la salud pélvica de los hombres, como la impotencia funcional o la incontinencia urinaria, pueden estar relacionadas con cirugías como las del cáncer de próstata. No obstante, también sufren disfunciones del suelo pélvico, sobre todo relacionadas con el aumento de la presión intraabdominal durante gestos cotidianos y en la práctica de deportes de impacto. Esta presión suele estar, en mayor medida, detrás de las hemorroides en hombres y de la incontinencia urinaria por esfuerzo en mujeres, aunque hay muchas otras disfunciones en ambos grupos de población.

-¿Por qué algo que ocurre de forma natural, como el aumento de la presión intraabdominal al saltar, toser o reír, provoca problemas de salud tan comunes?

-Sucede lo mismo con el resto de la musculatura, que tiene que estar preparada para evitar lesiones cuando practicamos cualquier tipo de actividad física exigente. En el caso del suelo pélvico, no se produce exactamente una lesión, pero, si no cuidas la musculatura que lo compone, los repetidos aumentos de presión intraabdominal que se producen a lo largo de la vida pueden ser un factor de riesgo para muchas disfunciones. En el caso de las mujeres deportistas, por ejemplo, la más prevalente es la incontinencia urinaria de esfuerzo.

-¿Qué pueden hacer las deportistas y, en general, las mujeres activas para prevenir las disfunciones del suelo pélvico?

-Las cualidades musculares del suelo pélvico, como la fuerza, la resistencia o el tono, se pueden mejorar y, así, prevenir o curar problemas como la incontinencia urinaria. Para ello, se ha demostrado que lo más efectivo es lo que conocemos como cinesiterapia específica de la musculatura del suelo pélvico, que combina las distintas formas de ejercicio que puede hacer esa musculatura, trabajando todas sus fibras con distintas cargas y movimientos rápidos, lentos o estáticos. Sin embargo, esto no debe hacerse sin una valoración profesional previa de esta musculatura para conocer su estado de partida.

-Por lo general, no se necesita una exploración previa de los músculos de nuestro cuerpo antes de empezar a ir al gimnasio. ¿Por qué hace falta una valoración del suelo pélvico por profesionales antes de empezar a fortalecerlo?

-Por sorprendente que parezca, en una valoración del suelo pélvico es donde descubrimos si realmente sabemos contraerlo, algo básico para nuestra salud y que a menudo necesitamos aprender a hacer correctamente. En estas revisiones, la persona profesional valora la función y el estado de esta musculatura y, en base a esto, puede pautar los ejercicios específicos de mejora de las cualidades musculares que cada persona necesita potenciar. Por eso, este debería ser el primer paso antes de ponerse a hacer cualquier tipo de ejercicio para fortalecer el suelo pélvico.

-¿A qué se refiere con contraer correctamente el suelo pélvico?

-Contraer correctamente la musculatura del suelo pélvico es tan importante que deberíamos introducirla en las actividades de vida diaria, pero hay muchas personas que no lo hacen en absoluto, o no lo suficiente, o lo hacen en exceso o empujan al intentar contraer. Todo el mundo debería hacer lo que llamamos contracción anticipada de la musculatura del suelo pélvico y automatizarla una vez se aprenda a hacerlo bien. Básicamente, consiste en contraer esta musculatura antes de cada aumento de presión intraabdominal, cuando tosemos o saltamos, para que el empuje de las vísceras hacia abajo no llegue a debilitar, a la larga, incluso los esfínteres, que causa prolapsos y pérdidas de orina.

-Sin embargo, a día de hoy escasean las campañas de prevención de disfunciones del suelo pélvico. ¿Cómo cree que podrían abordarse desde nuestro sistema de salud?

-Creo que la prevalencia disminuiría si se incluyera la fisioterapia del suelo pélvico en la cartera de servicios de atención primaria y, especialmente, si se tratara en el postparto. También sería de gran utilidad desarrollar protocolos de colaboración entre distintas disciplinas que estuvieran basados en guías y mejorar la alfabetización en salud entre las mujeres, algo que también podría hacerse desde atención primaria. Por otro lado, igual que se hacen cribados como el del cáncer de mama, estaría bien promover cribados de estas disfunciones en determinadas etapas de riesgo como el postparto, la menopausia o en mujeres que hacen mucho deporte de impacto.

-¿Y qué hay de las clases grupales de ejercicios, como los de Kegel o los hipopresivos, que se ofertan en muchos centros de fisioterapia y deportivos?

-Las clases grupales tienen ventajas que hay que aprovechar, como la adherencia y la motivación que provocan en quienes asisten, y que son muy importantes para establecer hábitos. Sin embargo, lo ideal sería que acudieran después de haber comprobado que saben contraer su suelo pélvico y que su musculatura está preparada para integrar esos ejercicios en sus rutinas. Para ello, quizás tengan que hacer previamente esos ejercicios específicos de los que hablaba antes, que les deben pautar de forma personalizada.

-En el caso de las mujeres que ya sufren pérdidas de orina por no tener un suelo pélvico lo suficientemente fuerte, ¿se les recomienda dejar de hacer la actividad física que se las provoca?

-En ningún caso se contempla dejar de hacer actividad física, pero tendrán que introducir adaptaciones imprescindibles para mejorar su situación, como la contracción anticipada de la musculatura del suelo pélvico ante los aumentos de presiones intraabdominales que provocan los saltos o la carrera. El fortalecimiento del suelo pélvico debería estar integrado en el ámbito del deporte, especialmente en el alto rendimiento, donde la prevalencia de pérdidas de orina por esfuerzo es mayor, pero no únicamente.

-De hecho, la inactividad física sigue siendo bastante frecuente en las mujeres, algo que aumenta con la edad, y, sin embargo, no se correlaciona con menores pérdidas de orina por esfuerzo.

-Yo diría que, si no hacemos nada por nuestro suelo pélvico, todas las mujeres estamos destinadas a tener alguna disfunción en algún momento. Todas experimentamos aumentos de presión intraabdominal que no podemos evitar, como la tos durante un catarro o una alergia, y se van sumando factores a lo largo de la vida como el embarazo, el parto o los deportes de impactos, pero las menos activas presentan con más frecuencia factores de riesgo añadidos como obesidad o estreñimiento. Por eso, igual que se recomienda el entrenamiento de fuerza a la población general, todas deberíamos integrar la contracción anticipada y el fortalecimiento del suelo pélvico.

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