La Conselleria de Salut inyectará unos 2.800 millones de euros para revertir el déficit que la sanidad pública catalana arrastra desde hace años. El presupuesto actual de Salut es de cerca de 13.000 millones, pero al acabar el año habrá gastado unos 16.000. Este «descuadre» entre lo presupuestado y lo gastado se debe a que el sistema sanitario crece a un ritmo superior al PIB: cada vez hay más nuevos fármacos innovadores y más pacientes debido al envejecimiento poblacional. Esta realidad, extensible a toda España, provoca que la sanidad empiece el año con un déficit.