Pantanos, árboles y maleza: Finlandia levanta un muro natural frente a Rusia - Colombia
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Pantanos, árboles y maleza: Finlandia levanta un muro natural frente a Rusia

Finlandia ha reforzado su frontera oriental en los últimos años con la construcción de unos 200 kilómetros de vallas metálicas de tres metros de altura en puntos estratégicos, especialmente en Nuijamaa, en el la región de Pelkola, sureste del país.También ha desplegado tropas … a lo largo de la línea fronteriza, la más extensa de la OTAN con Rusia, como disuasión a los cruces ilegales y a cualquier tipo de incursión rusa. Pero se trata de una línea de frontera de tales dimensiones que el Gobierno considera necesario, además, servirse de la naturaleza para dificultar el acceso a su territorio, de manera que ha creado un grupo de trabajo para diseñar nuevas barreras naturales que mejoren la defensa nacional.
La comisión, formada por expertos de los ministerios de Defensa y Medioambiente y que empieza a trabajar este otoño, está explorando soluciones como inundar pantanos secos y antiguas zonas de producción de turba, así como servirse de árboles caídos en las tormentas para crear barreras naturales que dificulten el movimiento de tropas y carros de combate enemigos.

«Finlandia siempre ha sabido aprovechar los pantanos, las masas de agua y otros accidentes geográficos para organizar su defensa. A través de este proyecto, daremos pasos concretos para combinar la seguridad con los objetivos medioambientales», afirmó recientemente en un comunicado el ministro de Defensa, Antti Hakkanen.

En 2023, Finlandia comenzó a erigir una valla de 200 kilómetros (de tres metros de altura) en la frontera con Rusia

AFP

La turbera de Kapyla, una estructura denominada ‘aapa’, típica del centro y norte de Finlandia, caracterizada por zonas planas de acumulación de agua superficial, fue drenada para facilitar la extracción de combustible y fabricación de productos de jardinería, como tantas otras desde la II Guerra Mundial. Ahora será una de las primeras zonas en ser examinadas por la comisión para su posible inundación, que volvería a convertirla en la ciénaga original, mucho más difícil de transitar para tropas y tanques enemigos.
El barro profundo y la vegetación densa impedirían el paso de vehículos blindados, a modo de obstáculos estratégicos naturales. Turberas similares cubren aproximadamente un tercio del territorio finlandés, unos 8,9 millones de hectáreas. No en vano, en Finlandia se dice en finlandés ‘suomi’, que significa ciénaga.

«La naturaleza es una aliada y queremos aprovecharla»

Cezary Tomczyk
Secretario de Estado del Ministerio de Defensa polaco

En la frontera con Rusia, este paisaje autóctono formado hace 12.000 años pasará a formar parte de la estrategia nacional de defensa. Se plantearán además la reintroducción de vegetación nativa, la humidificación de marismas y la inundación de pantanos secos. Las turberas también ofrecen una protección adicional a las infraestructuras críticas al complicar los movimientos de tropas cerca de las vías de transporte, las instalaciones energéticas y los puntos de abastecimiento estratégicos.
Helsinki se inspira en Ucrania. A principios de marzo de 2022, apenas había empezado la guerra, un artefacto explosivo destruyó por completo la presa Kozarovychi del embalse de Irpin. Las llanuras aluviales que se extendían a lo largo de kilómetros quedaron inundadas y pueblos enteros resultaron anegados. El humedal resultante se convirtió en una barrera insuperable para los atacantes rusos e impidió la toma de Kiev.
También Polonia ha tomado como ejemplo esta táctica y está preparando acciones del mismo tipo en su frontera con Bielorrusia. «La naturaleza es una aliada y queremos aprovecharla», adelantó recientemente Cezary Tomczyk, secretario de Estado del Ministerio de Defensa polaco, en declaraciones a Politico. Los países bálticos también estarían interesados, a la espera de financiación.

«Las turberas naturalmente húmedas o restauradas son infranqueables para los tanques, ralentizan los movimientos de tropas y obligan a utilizar corredores más fáciles de defender»

Greifswald Mire Centre
Instituto alemán especializado en turberas

El pasado mes de junio, el Greifswald Mire Centre, un instituto alemán especializado en turberas, pidió a la Unión Europea la creación de un fondo de 500 millones de euros para financiar la planificación y la humidificación de 100.000 hectáreas. «Las turberas naturalmente húmedas o restauradas son infranqueables para los tanques, ralentizan los movimientos de tropas y obligan a utilizar corredores más fáciles de defender», ha justificado la organización en un comunicado, en el que se subraya también que, además de la función defensiva, estas prácticas contribuirían a detener la pérdida de biodiversidad y cumplir los objetivos del Reglamento de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea.
El reto principal, a la hora de regenerar una turbera, es lograr que el agua vuelva al lugar al que pertenecía de forma natural antes del drenaje, para lo que son necesarias fotos aéreas anteriores de la zona. La agencia encargada de las áreas protegidas de propiedad estatal en Finlandia, Metsahallitus, informa que se trata de una técnica relativamente barata.
El drenaje de las turberas se lleva a cabo fundamentalmente abriendo zanjas que solamente hay que rellenar. Sólo en contados casos puede ser necesario desviar corrientes de agua o aplicar técnicas de inundación. Otra dificultad es el hecho de que muchas de esas tierras se han privatizado, por lo que la comisión finlandesa está trabajando no sólo un fondo de financiación, sino también en esquemas de certificación de carbono que permitan a los agricultores y silvicultores propietarios recibir ingresos por mantener el agua en el terreno.

Publicado: noviembre 1, 2025, 12:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/pantanos-arboles-maleza-finlandia-levanta-muro-natural-20251101041918-nt.html

Finlandia ha reforzado su frontera oriental en los últimos años con la construcción de unos 200 kilómetros de vallas metálicas de tres metros de altura en puntos estratégicos, especialmente en Nuijamaa, en el la región de Pelkola, sureste del país.

También ha desplegado tropas a lo largo de la línea fronteriza, la más extensa de la OTAN con Rusia, como disuasión a los cruces ilegales y a cualquier tipo de incursión rusa. Pero se trata de una línea de frontera de tales dimensiones que el Gobierno considera necesario, además, servirse de la naturaleza para dificultar el acceso a su territorio, de manera que ha creado un grupo de trabajo para diseñar nuevas barreras naturales que mejoren la defensa nacional.

La comisión, formada por expertos de los ministerios de Defensa y Medioambiente y que empieza a trabajar este otoño, está explorando soluciones como inundar pantanos secos y antiguas zonas de producción de turba, así como servirse de árboles caídos en las tormentas para crear barreras naturales que dificulten el movimiento de tropas y carros de combate enemigos.

«Finlandia siempre ha sabido aprovechar los pantanos, las masas de agua y otros accidentes geográficos para organizar su defensa. A través de este proyecto, daremos pasos concretos para combinar la seguridad con los objetivos medioambientales», afirmó recientemente en un comunicado el ministro de Defensa, Antti Hakkanen.


En 2023, Finlandia comenzó a erigir una valla de 200 kilómetros (de tres metros de altura) en la frontera con Rusia


AFP

La turbera de Kapyla, una estructura denominada ‘aapa’, típica del centro y norte de Finlandia, caracterizada por zonas planas de acumulación de agua superficial, fue drenada para facilitar la extracción de combustible y fabricación de productos de jardinería, como tantas otras desde la II Guerra Mundial. Ahora será una de las primeras zonas en ser examinadas por la comisión para su posible inundación, que volvería a convertirla en la ciénaga original, mucho más difícil de transitar para tropas y tanques enemigos.

El barro profundo y la vegetación densa impedirían el paso de vehículos blindados, a modo de obstáculos estratégicos naturales. Turberas similares cubren aproximadamente un tercio del territorio finlandés, unos 8,9 millones de hectáreas. No en vano, en Finlandia se dice en finlandés ‘suomi’, que significa ciénaga.

«La naturaleza es una aliada y queremos aprovecharla»

Cezary Tomczyk

Secretario de Estado del Ministerio de Defensa polaco

En la frontera con Rusia, este paisaje autóctono formado hace 12.000 años pasará a formar parte de la estrategia nacional de defensa. Se plantearán además la reintroducción de vegetación nativa, la humidificación de marismas y la inundación de pantanos secos. Las turberas también ofrecen una protección adicional a las infraestructuras críticas al complicar los movimientos de tropas cerca de las vías de transporte, las instalaciones energéticas y los puntos de abastecimiento estratégicos.

Helsinki se inspira en Ucrania. A principios de marzo de 2022, apenas había empezado la guerra, un artefacto explosivo destruyó por completo la presa Kozarovychi del embalse de Irpin. Las llanuras aluviales que se extendían a lo largo de kilómetros quedaron inundadas y pueblos enteros resultaron anegados. El humedal resultante se convirtió en una barrera insuperable para los atacantes rusos e impidió la toma de Kiev.

También Polonia ha tomado como ejemplo esta táctica y está preparando acciones del mismo tipo en su frontera con Bielorrusia. «La naturaleza es una aliada y queremos aprovecharla», adelantó recientemente Cezary Tomczyk, secretario de Estado del Ministerio de Defensa polaco, en declaraciones a Politico. Los países bálticos también estarían interesados, a la espera de financiación.

«Las turberas naturalmente húmedas o restauradas son infranqueables para los tanques, ralentizan los movimientos de tropas y obligan a utilizar corredores más fáciles de defender»

Greifswald Mire Centre

Instituto alemán especializado en turberas

El pasado mes de junio, el Greifswald Mire Centre, un instituto alemán especializado en turberas, pidió a la Unión Europea la creación de un fondo de 500 millones de euros para financiar la planificación y la humidificación de 100.000 hectáreas. «Las turberas naturalmente húmedas o restauradas son infranqueables para los tanques, ralentizan los movimientos de tropas y obligan a utilizar corredores más fáciles de defender», ha justificado la organización en un comunicado, en el que se subraya también que, además de la función defensiva, estas prácticas contribuirían a detener la pérdida de biodiversidad y cumplir los objetivos del Reglamento de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea.

El reto principal, a la hora de regenerar una turbera, es lograr que el agua vuelva al lugar al que pertenecía de forma natural antes del drenaje, para lo que son necesarias fotos aéreas anteriores de la zona. La agencia encargada de las áreas protegidas de propiedad estatal en Finlandia, Metsahallitus, informa que se trata de una técnica relativamente barata.

El drenaje de las turberas se lleva a cabo fundamentalmente abriendo zanjas que solamente hay que rellenar. Sólo en contados casos puede ser necesario desviar corrientes de agua o aplicar técnicas de inundación. Otra dificultad es el hecho de que muchas de esas tierras se han privatizado, por lo que la comisión finlandesa está trabajando no sólo un fondo de financiación, sino también en esquemas de certificación de carbono que permitan a los agricultores y silvicultores propietarios recibir ingresos por mantener el agua en el terreno.

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