Publicado: diciembre 8, 2025, 9:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/marzio-mian-soberania-rusa-artico-amenazada-preparados-20251107041201-nt.html
El Ártico se deshiela. Si bien esto no es una novedad, los grandes actores geopolíticos han encontrado en este océano helado un «nuevo, nuevo mundo» cargado de recursos naturales. «Tras la elección de Trump, se comprendió que lo que está realmente en juego no … es tanto la resolución del conflicto en Ucrania como el reparto del Ártico, su capital energético, minero, marítimo y geográfico», señala el periodista italiano Marzio G. Mian en su nuevo libro, ‘Guerra blanca’ (Ned Ediciones).
A caballo entre el ‘permafrost’ del Ártico y su casa de Milán, atiende a ABC en un periodo entre viajes. Mian viste una sobrecamisa verde atado a un chaleco marrón. Bajo un estilo desenfadado y eléctrico, su inglés con dejes italianos narra sus múltiples aventuras en lo más al norte del globo y anticipa el futuro de esta región polar.
—¿Qué concepto utiliza, cambio climático o crisis climática?
—Cambio climático. Es demasiado simple pensar que se trate de un cambio impulsado totalmente por el ser humano, especialmente si viajas al Ártico y hablas con la gente de allí, incluso con los científicos… Hay muchísimos enfoques. Ha habido prisa por difundir y amplificar el titular más impactante sobre el deshielo y ahora estamos retrocediendo en ese sentido. Soy pesimista en lo que respecta a la situación humana. La naturaleza se adapta y sigue adelante. Algo dramático está ocurriendo y la humanidad se está aprovechando de ello, como siempre. No soy negacionista, pero prefiero ser más cauteloso.
—Para los negacionistas, ¿ha notado el cambio climático?
—Tengo testimonios de la gente de cómo han presenciado estos cambios en sus vidas en los últimos años. Hice tres viajes al archipiélago de Svalbard y fue impresionante la rapidez con que se produjo el deshielo.
En la misma línea, en la bahía de Baffin, que es una franja de mar que divide el noreste de Canadá del noroeste de Groenlandia, está lo que científicamente se llama polinia –Polynya– un oasis en el desierto blanco, que permitió a los inuit sobrevivir allí incluso durante los siglos en los que era casi imposible. Ahora el ‘puente’ de hielo que impide que los icebergs se desplomen se está volviendo más frágil e impredecible. Allí todo cambia debido a las corrientes, y lo interesante de esta parte del Ártico es que existe un cambio climático, una crisis climática o una crisis ambiental desde cualquier perspectiva, lo que dificulta que los pueblos indígenas locales cacen y se alimenten, ya que el hielo no es fiable.
Entonces surge una crisis geopolítica donde aparecen países de la OTAN: Canadá y Estados Unidos; que tienen interés en dominar Groenlandia y el Ártico norteamericano. Luego está Dinamarca a través de Groenlandia. Ahora, los canadienses se apresuran a ejercer su soberanía en su Ártico, que representa el 40% del país. Están desarrollando infraestructuras para explotar los enormes recursos de la zona. Se está produciendo una clara nueva colonización del Ártico.
—Dicho esto, ¿acaso la guerra de Ucrania no es más que una cortina de humo para Rusia en el Ártico?
—No estoy de acuerdo con la forma en que se expresa en Europa, sobre todo porque conozco Rusia, ya que he realizado muchísimos viajes al Ártico –ruso–. Mantengo mi postura de que la guerra está estancada en Ucrania. Rusia nunca tiene éxito en las invasiones ni en las guerras de agresión. De hecho, históricamente ha tenido muy pocas y todas desastrosas, aunque era la Unión Soviética.
El Ártico, el ‘cajero automático’ de Putin, es el epicentro del PIB, de las exportaciones. Es la gasolinera, lo que convierte a Rusia en un petroestado, aunque cada vez depende menos del este. Rusia sigue siendo una superpotencia agrícola: es el principal exportador de cereales. Están diversificando su economía actual, incluso en el contexto de la economía de guerra.
«Si la soberanía rusa en el Ártico se ve amenazada, están preparados para todo, es donde tienen el armamento sofisticado»
No obstante, no hay Rusia sin el Ártico y no hay Ártico sin Rusia. Rusia ha estado allí desde siempre y es una potencia allí desde el siglo XIX. Posee el 53% de las costas árticas, unos 24.000 kilómetros. Es allí donde todavía mantienen la mayor presencia militar y el armamento más sofisticado. Si la soberanía rusa del Ártico se ve amenazada, está preparada para todo. Pero una cosa es la guerra y otra muy distinta la provocación. La provocación forma parte de la política rusa. Son los mejores en esto, sobre todo teniendo en cuenta que cuentan con un antiguo agente de la KGB. En los últimos tres años, Rusia y China han realizado maniobras navales conjuntas, incluso con aviones bombarderos en el estrecho de Bering… Es lo que asusta a Estados Unidos, porque conoce Rusia, tiene una larga experiencia durante la Guerra Fría, pero lo que China tiene en mente es más complicado.
Incluso en las conversaciones entre Putin y Trump en Riad y Alaska, giraron en torno al Ártico. Rusia necesita que los estadounidenses regresen al Ártico ruso –porque se retiraron tras las sanciones– con sus empresas, tecnología y capacidad para la explotación, perforación y actividades sísmicas. A cambio, Putin dio luz verde al proyecto de Trump en Groenlandia. Por su parte, el objetivo de Trump es intentar romper la asociación chino-rusa, esa especie de alianza.
—¿Qué beneficios obtienen EE.UU., Canadá, Rusia y China del deshielo del Ártico?
—En primer lugar, aproximadamente el 30% de todos los recursos sin explotar se encuentran en el Ártico. Además, en un mundo superpoblado, en un planeta cada vez más desertificado, con superpotencias ávidas de recursos, surge un nuevo nuevo mundo. Lo comparo con el descubrimiento de América. Porque tienes toda una nueva región llena de recursos, cada vez más habitable. Aunque existen inconvenientes como el permafrost o la infraestructura.
del monopolio del tráfico marítimo mundial está en manos de China
Las nuevas rutas navales que se abren a causa del deshielo son una oportunidad dada la inestabilidad del canal de Suez o de Panamá
También se abren nuevas rutas navales. China tiene más o menos el 90% del monopolio del tráfico marítimo mundial y esta oportunidad es histórica, especialmente si se considera la inestabilidad del canal de Suez o el de Panamá. De todas formas, aunque el deshielo fuera más o menos estable, la tecnología ya está avanzando con nuevos buques de carga con capacidad para romper el hielo.
Es una gran oportunidad, pero los países de la OTAN mantienen disputas: el paso del Noroeste es una ruta nacional para Canadá y una ruta internacional para EE.UU. Para Washington es crucial contar con ese paso para evitar Panamá y conectar el Atlántico con el Pacífico.
Rutas marítimas en el Polo Norte
Paso Noroeste
Mar de
Bering
Alaska
EE.UU
Mar de
Chukchi
Mar de
Beaufort
Océano Ártico
Polo Norte
Bahía de
Baffin
Mar de
Labrador
Groenlandia
DINAMARCA
Svalbard
NORUEGA
Ruta del Mar del Norte
Mar de
Bering
Alaska
EE.UU
Mar
Siberiano
del Este
Mar de
Chukchi
Mar de
Láptev
Océano Ártico
Polo Norte
Mar de
Kara
Svalbard
NORUEGA
Mar de
Barents
Mar de
Groenlandia
Mar de
Noruega
Rutas marítimas en el Polo Norte
Ruta del Mar del Norte
Paso Noroeste
Mar de
Bering
Alaska
EE.UU
Mar Siberiano
del Este
Mar de
Chukchi
Mar de
Beaufort
Mar de
Láptev
Océano
Ártico
Islas de
la Reina
Isabel
Polo Norte
Mar de
Kara
Svalbard
NORUEGA
Bahía de
Baffin
Mar de
Barents
Groenlandia
DINAMARCA
Mar de
Groenlandia
Mar de
Labrador
Mar de
Noruega
—Dadas estas oportunidades económicas, ¿EE.UU., Rusia, China y Canadá, como mencionaba, tal vez estén permitiendo o acelerando voluntariamente este cambio climático?
—Lo ambientalista está pasado de moda ahora, porque hemos entrado en una nueva era bárbara, donde no hay derecho internacional, no queda orden mundial. Resurge el concepto de imperio a través de las áreas de influencia. El medio ambiente ha quedado fuera de la agenda y no es una prioridad.
La UE no deja de hablar del medio ambiente, de cómo lo que pertenece al Ártico debe quedarse allí. Aunque la UE es fuerte en investigación científica ya es demasiado tarde. Está fuera de la agenda global, la UE está fuera de juego. En cambio, Noruega, Finlandia y Suecia son países árticos acostumbrados a ese entorno, acostumbrados a explotarlo.
De hecho, Noruega es un emirato del norte. Es un petroestado con hipocresía. El 100% de sus coches son eléctricos, pero siguen perforando en el mar de Barents, explotando petróleo y gas. Estas son las contradicciones de nuestro tiempo.
Respecto a las sanciones, algunos materiales en Rusia, como el níquel y el cobalto, necesarios para las baterías, no están sujetos a sanciones. De alguna manera [estos países], se están aprovechando, presionando o empeorando las cosas.
de las tierras raras se encuentran en Groenlandia
Los magnates Jeff Bezos y Bill Gates han obtenido nuevas licencias para la explotación minera
En EE.UU., Jeff Bezos y Bill Gates acaban de obtener nuevas licencias para la explotación minera de tierras raras porque el 25% de ellas se encuentran en Groenlandia. ¿Y quién sabe lo que pasa en Rusia? No se sabe qué pasaría en caso de derrame. ¿Quién ayudaría a Rusia a limpiar el Ártico? Con estas infraestructuras y los oleoductos, puede ser devastador, pero a nadie le importa ya.
—¿Veremos la ruta marítima transpolar en un futuro próximo?
—El Ártico se está calentando tres o cuatro veces más rápido. A partir de ahí, la ruta transpolar –una senda cruzaría el Ártico por el centro– es lo que buscan los chinos porque quieren emanciparse de la soberanía rusa sobre la ruta del mar del Norte. Se trata de una ruta gratuita que haría que los viajes sean casi dos tercios más cortos. No sé si lo veremos, pero estoy seguro de que habrá un enorme crecimiento del tráfico.
—¿Estas operaciones de Putin se basan simplemente en un proyecto expansionista o son solo un legado que quiere dejar a Rusia?
—Es realista porque, por un lado, los rusos son tradicionalmente ambiciosos en cuanto al territorio. Además, ante el aumento de los experimentos nucleares por parte de Rusia, al igual que EE.UU., todos estos se realizan en el Ártico, es crucial para ellos.
Asimismo, el mayor temor histórico de los rusos es que el país pueda colapsar. Tienen una palabra, «Smuta», que significa «época de inestabilidad». Este es el momento en que Rusia se enfrenta a la posibilidad de un período similar. Utilizada en otras revoluciones, Putin la mencionó durante la crisis con el grupo Wagner y Progozhin, y los rusos comprendieron su significado. Tienen esa paranoia de que el país colapse. Porque alberga muchísimas naciones y religiones; es un imperio.
Por otro lado, la maldición del Imperio ruso era no tener acceso al mar. Todos los grandes imperios de la historia tenían mar: España, Estados Unidos, el Imperio otomano, China… Ahora Rusia tiene un mar especial, no es cálido pero sí estratégico, porque se puede llegar muy rápido al Pacífico y al Atlántico. También les permite que sus misiles tengan un alcance para llegar a Chicago o donde sea.
