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El éxodo a ninguna parte de los palestinos en Ciudad de Gaza

Como ocurrió hace un mes con la declaración oficial de hambruna, ahora tampoco la acusación de genocidio por parte de una comisión de la ONU ha influido en los planes de Benjamin Netanyahu en Gaza. Unos planes que pasan, según su ministro de … Economía, por convertir la Franja en un «’boom’ inmobiliario» para repartírselo con Estados Unidos.
Miles de soldados avanzaron este miércoles por las calles de Ciudad de Gaza protegidos por una ola de fuego aéreo y de artillería que dejó decenas de muertos y destrucción.
Por primera vez se produjeron combates con milicianos de Hamás en lugares como Sheikh Radwan, pero hasta el momento apenas han encontrado resistencia. El Ejército volvió a ordenar la evacuación de los cientos de miles de personas que quedan hacia el sur, pero muchos no pueden y otros se niegan a abandonar un lugar convertido en zona de combate porque saben que en el sur les espera otro infierno. Nadie huye de forma voluntaria, lo hacen bajo la presión de las bombas y el hambre.

«Se pueden ver espesas columnas de humo negro llenando el cielo sobre el barrio sureño de Tel al Hawa, mientras los sonidos de los disparos de aviones de combate, helicópteros y cuadricópteros, junto con la detonación de vehículos cargados de explosivos, resuenan por una ciudad asediada», fueron las palabras de la periodista Maha Hussaini, de Middle East Eye, para describir la mañana en su ciudad natal. Poco después fue imposible seguir sus crónicas porque Israel cortó todas las comunicaciones en Ciudad de Gaza. Esto generó aún más pánico entre los gazatíes, incapaces de contactar con los suyos para saber si seguían vivos o muertos.

Expulsión de dos millones

Cuando habla del futuro de Gaza, Netanyahu se refiere a la necesidad de fomentar la «emigración voluntaria» de la población, un eufemismo para referirse a la expulsión de dos millones de personas. Su ministro de Economía, Bezalel Smotrich, fue muy claro al afirmar que «hemos invertido mucho dinero en esta guerra. Tenemos que ver cómo dividimos el terreno en porcentajes». El líder ultranacionalista afirmó que esas negociaciones sobre el reparto futuro ya han comenzado y explicó que «la demolición, la primera etapa de la renovación de la ciudad, ya la hemos hecho. Ahora solo falta construir» para aprovechar lo que calificó de «’boom’ inmobiliario».
‘The Washington Post’ desveló hace un mes que la Casa Blanca trabaja en una propuesta de reconstrucción que pondría a la Franja bajo control estadounidense durante una década y pagaría a una cuarta parte de la población una suma de dinero a cambio de su «reubicación permanente» fuera de Gaza. Esto supondría la salida de 500.000 palestinos, una cifra que los ultranacionalistas sionistas confían en que sea mayor.
Quienes huyen al sur por la fuerza saben que es un viaje sin retorno. El Ejército trató de maquillar este desplazamiento masivo con la apertura de una segunda ruta hacia el sur a través de la carretera de Saladino. El portavoz militar anunció que permanecerá abierta hasta el viernes y que no habrá puestos de control.

«El verdadero plan es trasladar a la población a una zona de concentración y luego ofrecerles una vida mejor fuera de la Franja para expulsarlos»

Menachem Klein
Politólogo israelí

El politólogo israelí Menachem Klein declaró en una entrevista concedida a la cadena Al Yazira que las acciones de Israel en Gaza demuestran que su principal prioridad no es recuperar a los cautivos israelíes retenidos por Hamás, sino convertir el territorio en un lugar «inhabitable». Según el profesor de la Universidad Bar-Ilan, situada en Ramat Gan, el retorno de los rehenes del que habla Netanyahu «puede ser una consecuencia de la operación israelí, pero no el objetivo principal. Alrededor del 70% de la Franja ya ha sido destruida sistemáticamente por Israel, no por accidente. Incluso después de los combates, Israel destruye sistemáticamente la infraestructura». El profesor considera que el verdadero plan es «trasladar a la población a una zona de concentración y luego ofrecerles una vida mejor fuera de la Franja para expulsarlos».

Petición de agencias humanitarias

Con el inicio de la invasión de Ciudad de Gaza, la ONU mostró su «profunda preocupación» por la escasez de alimentos y otros suministros en el norte de Gaza, donde cientos de miles de personas ya padecen hambruna. Los líderes de más de 20 importantes agencias de ayuda humanitaria que trabajan en Gaza, como Médicos Sin Fronteras, Oxfam o Save The Children, se unieron para pedir a los líderes mundiales que intervengan urgentemente porque la invasión de Ciudad de Gaza supone que «estamos al borde de un período aún más mortífero en la historia de Gaza si no se toman medidas. Gaza se ha vuelto deliberadamente inhabitable. Cerca de 65.000 palestinos han muerto, incluidos más de 20.000 niños. Miles más están desaparecidos, enterrados bajo los escombros».
Israel es inmune a la presión internacional porque tiene el apoyo total de Estados Unidos y Netanyahu volverá a ser recibido por Donald Trump tras su participación en la Asamblea General de la ONU. Su Ejército, además, en cooperación con el Shin Bet, recluta milicias gazatíes y ha formado grupos armados que realizan operaciones a veces fuera del control de Israel, según desveló el diario ‘Haaretz’. «Me recuerda a Sabra y Chatila», fueron las declaraciones de un comandante a este medio, en alusión a la situación que se produjo durante la ocupación del Líbano en los años ochenta.

Publicado: septiembre 17, 2025, 2:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/exodo-ninguna-parte-palestinos-ciudad-gaza-20250917203427-nt.html

Como ocurrió hace un mes con la declaración oficial de hambruna, ahora tampoco la acusación de genocidio por parte de una comisión de la ONU ha influido en los planes de Benjamin Netanyahu en Gaza. Unos planes que pasan, según su ministro de Economía, por convertir la Franja en un «’boom’ inmobiliario» para repartírselo con Estados Unidos.

Miles de soldados avanzaron este miércoles por las calles de Ciudad de Gaza protegidos por una ola de fuego aéreo y de artillería que dejó decenas de muertos y destrucción.

Por primera vez se produjeron combates con milicianos de Hamás en lugares como Sheikh Radwan, pero hasta el momento apenas han encontrado resistencia. El Ejército volvió a ordenar la evacuación de los cientos de miles de personas que quedan hacia el sur, pero muchos no pueden y otros se niegan a abandonar un lugar convertido en zona de combate porque saben que en el sur les espera otro infierno. Nadie huye de forma voluntaria, lo hacen bajo la presión de las bombas y el hambre.

«Se pueden ver espesas columnas de humo negro llenando el cielo sobre el barrio sureño de Tel al Hawa, mientras los sonidos de los disparos de aviones de combate, helicópteros y cuadricópteros, junto con la detonación de vehículos cargados de explosivos, resuenan por una ciudad asediada», fueron las palabras de la periodista Maha Hussaini, de Middle East Eye, para describir la mañana en su ciudad natal. Poco después fue imposible seguir sus crónicas porque Israel cortó todas las comunicaciones en Ciudad de Gaza. Esto generó aún más pánico entre los gazatíes, incapaces de contactar con los suyos para saber si seguían vivos o muertos.

Expulsión de dos millones

Cuando habla del futuro de Gaza, Netanyahu se refiere a la necesidad de fomentar la «emigración voluntaria» de la población, un eufemismo para referirse a la expulsión de dos millones de personas. Su ministro de Economía, Bezalel Smotrich, fue muy claro al afirmar que «hemos invertido mucho dinero en esta guerra. Tenemos que ver cómo dividimos el terreno en porcentajes». El líder ultranacionalista afirmó que esas negociaciones sobre el reparto futuro ya han comenzado y explicó que «la demolición, la primera etapa de la renovación de la ciudad, ya la hemos hecho. Ahora solo falta construir» para aprovechar lo que calificó de «’boom’ inmobiliario».

‘The Washington Post’ desveló hace un mes que la Casa Blanca trabaja en una propuesta de reconstrucción que pondría a la Franja bajo control estadounidense durante una década y pagaría a una cuarta parte de la población una suma de dinero a cambio de su «reubicación permanente» fuera de Gaza. Esto supondría la salida de 500.000 palestinos, una cifra que los ultranacionalistas sionistas confían en que sea mayor.

Quienes huyen al sur por la fuerza saben que es un viaje sin retorno. El Ejército trató de maquillar este desplazamiento masivo con la apertura de una segunda ruta hacia el sur a través de la carretera de Saladino. El portavoz militar anunció que permanecerá abierta hasta el viernes y que no habrá puestos de control.

«El verdadero plan es trasladar a la población a una zona de concentración y luego ofrecerles una vida mejor fuera de la Franja para expulsarlos»

Menachem Klein

Politólogo israelí

El politólogo israelí Menachem Klein declaró en una entrevista concedida a la cadena Al Yazira que las acciones de Israel en Gaza demuestran que su principal prioridad no es recuperar a los cautivos israelíes retenidos por Hamás, sino convertir el territorio en un lugar «inhabitable». Según el profesor de la Universidad Bar-Ilan, situada en Ramat Gan, el retorno de los rehenes del que habla Netanyahu «puede ser una consecuencia de la operación israelí, pero no el objetivo principal. Alrededor del 70% de la Franja ya ha sido destruida sistemáticamente por Israel, no por accidente. Incluso después de los combates, Israel destruye sistemáticamente la infraestructura». El profesor considera que el verdadero plan es «trasladar a la población a una zona de concentración y luego ofrecerles una vida mejor fuera de la Franja para expulsarlos».

Petición de agencias humanitarias

Con el inicio de la invasión de Ciudad de Gaza, la ONU mostró su «profunda preocupación» por la escasez de alimentos y otros suministros en el norte de Gaza, donde cientos de miles de personas ya padecen hambruna. Los líderes de más de 20 importantes agencias de ayuda humanitaria que trabajan en Gaza, como Médicos Sin Fronteras, Oxfam o Save The Children, se unieron para pedir a los líderes mundiales que intervengan urgentemente porque la invasión de Ciudad de Gaza supone que «estamos al borde de un período aún más mortífero en la historia de Gaza si no se toman medidas. Gaza se ha vuelto deliberadamente inhabitable. Cerca de 65.000 palestinos han muerto, incluidos más de 20.000 niños. Miles más están desaparecidos, enterrados bajo los escombros».

Israel es inmune a la presión internacional porque tiene el apoyo total de Estados Unidos y Netanyahu volverá a ser recibido por Donald Trump tras su participación en la Asamblea General de la ONU. Su Ejército, además, en cooperación con el Shin Bet, recluta milicias gazatíes y ha formado grupos armados que realizan operaciones a veces fuera del control de Israel, según desveló el diario ‘Haaretz’. «Me recuerda a Sabra y Chatila», fueron las declaraciones de un comandante a este medio, en alusión a la situación que se produjo durante la ocupación del Líbano en los años ochenta.

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