Publicado: diciembre 1, 2025, 11:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-crea-web-senalar-medios-acusa-publicar-20251202053434-nt.html
Los ataques de Donald Trump a la prensa, una de sus constantes desde su desembarco en política en 2015, tienen ahora un nuevo formato: la Casa Blanca ha creado una web oficial para señalar a periodistas y medios a los que acusa de falsedades, … de ‘fake news’.
La Administración Trump lo ha vendido como una «base de datos pública» que está alojada en la web de la Casa Blanca y que será un «lanzallamas contra la prensa ‘fake news’».
Según el comunicado de su lanzamiento, registrará la «avalancha de mentiras, distorsiones deliberadas y engaños inventados propagados por ‘periodistas’ activistas y sus medios en declive».
En la inauguración de la plataforma, quienes aparecen como ‘ofendedores de la semana’ son ‘The Boston Globe’, uno de los diarios más prestigiosos de EE.UU.; CBS News, una de las principales cadenas de noticias y ‘The Independent’, un medio online británico.
La razón de ese honor es la información sobre uno de los asuntos más calientes en estos momentos en la Administración Trump: los ataques del ejército de EE.UU. a barcos a los que acusa de transportar droga, de los que muchos cuestionan su legalidad. La semana pasada, un grupo de legisladores demócratas pidieron a los militares que rechacen «órdenes ilegales». Ahora, la web de la Casa Blanca que decide qué es o no es una ofensa periodística, acusa a esos medios de no establecer que Trump no ha dado ninguna orden ilegal.
La web también incluye un ‘Hall of Shame’ (‘Salón de la vergüenza’), un juego de palabras con ‘Hall of Fame’ (‘Salón de la fama’, una denominación en inglés de un listado honorífico). En él aparecen muchos de los grandes medios de EE.UU., a los que Trump considera enemigos: ‘The Washington Post’, ‘The New York Times’ o la cadena CNN. También alguno de corte conservador, pero que no evita coberturas críticas de Trump, como ‘The Wall Street Journal’.
La creación de la web es solo un episodio más de la guerra de Trump contra la prensa, a la que lleva años tratando de deslegitimar en toda información que no sea positiva para él.
Desde que arrancó su campaña electoral en 2015, Trump ha tenido una relación de amor y odio con la prensa. Es un lector y un televidente voraz, no desestima la influencia de la prensa para establecer la narrativa sobre su figura y trata de controlarla.
Desde su primer mandato, propagó la idea de las ‘fake news’ en todo lo que le perjudicara, calificó a la prensa de «enemiga del pueblo» y forzaba los abucheos de sus seguidores contra los reporteros en sus mítines.
Tras la reelección, esa batalla se ha acentuado, en un intento indisimulado de Trump de presionar a la prensa para tenerla bajo control. Ha demandado a ‘The New York Times’ y a ‘The Wall Street Journal’ con exigencias de indemnización multimillonaria por sus informaciones sobre la relación de Trump con Jeffrey Epstein. Ha exigido mil millones de indemnización a la británica BBC por la edición interesada de su discurso previo al asalto del Capitolio en enero de 2021. Ha extraído acuerdos extrajudiciales millonarios de las cadenas ABC y CBS. Ha hecho campaña contra los presentadores de los programas televisivos nocturnos de sátira político (al parecer, con éxito: ha logrado la cancelación de uno y la suspensión temporal de otro). Ha expulsado de la Casa Blanca a la agencia Associated Press, uno de los principales medios del país. Y, en los últimos días, en medio de una avalancha de escándalos, ha intensificado los insultos a los periodistas. En especial, a mujeres reporteras. «Cállate, cerdita», «eres estúpida», «eres una persona y una periodista horrible», «eres fea, por dentro y por fuera», han sido algunos de esos ataques.
