Publicado: diciembre 2, 2025, 9:07 am
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que España siga creciendo tanto éste como el próximo ejercicio más del doble que la media de la Eurozona. El club que engloba a las economías más desarrolladas ya elevó la semana pasada sus cálculos de PIB para el país al 2,9% este año y al 2,2% el que viene, lo que implica una subida de tres y dos décimas, respectivamente. Sin embargo, también pone ‘deberes’ al Gobierno, al que pide generar un entorno «más favorable» para las empresas.
La organización que capitanea Mathias Cormann advierte de que las presiones fiscales aumentarán a largo plazo en España por el envejecimiento de la población y el aumento del gasto en pensiones. Para hacerles frente, advierte de que será necesario frenar el aumento del gasto en pensiones, reducir los desembolsos ineficientes y mejorar los ingresos fiscales. En su informe semestral de perspectivas económicas globales, que ha publicado este martes, la OCDE considera «fundamental» crear un entorno empresarial más favorable, «reduciendo la elevada carga administrativa y normativa, que resulta especialmente costosa para las pymes, y armonizando las normativas nacionales, regionales y locales para mejorar la coherencia y reducir la duplicación».
Son medidas con las que el país podría impulsar un mayor crecimiento de la inversión y de la productividad, pero no son los únicos ámbitos donde recomienda actuar, puesto que también ve necesario simplificar los procedimientos de solicitud y reembolso de las ayudas públicas a la I+D mediante una plataforma digital de «ventanilla única», lo que ayudaría a las empresas a innovar y crecer.
La OCDE insiste en que España debería aprovechar la buena marcha de la economía para intensificar el ritmo de reducción del déficit y de la deuda, lo que le dará más margen en el futuro, cuando el gasto en pensiones se eleve todavía más por el envejecimiento de la población. «Acelerar el ritmo de reducción del déficit contribuiría a reconstruir el colchón fiscal», sostiene el documento.
En él se recuerda cómo España ha conseguido disminuir la deuda pública desde 2021, y se estima que la ratio pasará del 111,2% del PIB que representaba en 2024 al 106,6% este año; al 105,2%, el próximo; y al 104,3% en 2027. Por ello, insiste en siguen siendo niveles elevados y que hay «margen» para un mayor esfuerzo de reducción del pasivo público, gracias al «sólido crecimiento», al impulso de los fondos europeos y al entorno de tipos de interés bajos. Los autores del estudio estiman que el déficit cerrará ejercicio en el 2,5% del PIB (cerró en el 3,2% el año pasado) y lo sitúa en el 2,3% tanto en 2026 como en 2027.
La guerra de aranceles sigue presente
A nivel global, la OCDE se muestra menos pesimista sobre el impacto de los aranceles en el entorno económico, si bien advierte de que los riesgos no se han evaporado. “Nuevos cambios en las políticas comerciales podrían afectar significativamente al crecimiento. Los aranceles bilaterales podrían aumentar aún más y podrían imponerse restricciones más amplias a la exportación de productos críticos», advierte.
Medidas de ese tipo podrían incrementar las tensiones internacionales y la incertidumbre sobre la política comercial. La reorganización de la producción y de las cadenas de suministro resultante implicaría «costes adicionales» que se trasladarían a los precios, frenando el crecimiento y reduciendo la eficiencia económica a largo plazo.
Otro riesgo es la posibilidad de que Estados Unidos y China apliquen aumentos arancelarios a un espectro más amplio de bienes, incluidos los productos farmacéuticos y los semiconductores. «Los precios más altos podrían afectar negativamente a la demanda de consumidores y empresas. Muchos países se verían perjudicados por una menor demanda estadounidense de productos de estos sectores», zanja.
