Publicado: diciembre 9, 2025, 5:00 am
A la hora de elegir una carrera universitaria, Wenceslao Villamil tenía dos opciones en su cabeza: ser médico o ingeniero civil. No era fácil elegir, le gustaban las dos cosas (¡tanto como le gusta el deporte!), por un lado ser cirujano lo atraía mucho, pero también se imaginaba ideando la construcción de puentes y rutas. Finalmente, terminó optando por la medicina.
Antes de empezar el último año de la facultad, en ese verano previo a la cursada, ganó una beca para asistir dos meses al Methodist Hospital de la Universidad de Baylor, en Houston. “Ahí fue donde comencé a ver la tecnología aplicada a la medicina. Luego, al comenzar la residencia en el Hospital Italiano de Buenos Aires, incrementé mi interés en la cirugía mínimamente invasiva”, recuerda Villamil, que hoy es Jefe de la Sección de Cirugía Robótica Urológica del hospital. Comenzaba una nueva etapa.
¿Cómo y cuándo surge la idea de operar con robots?
En el año 2.000 una empresa pionera en cirugía robótica logró la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) para operar pacientes con el sistema de robótica. Ese fue el primer paso.

En 2001 surgió la iniciativa de incorporar un robot en el Hospital Italiano de Buenos Aires. En ese mismo momento Villamil se encontraba terminando la residencia y organizaba una rotación en Estados Unidos para capacitarse en cirugía robótica, lo que despertaba su interés.
En 2002, cuenta, pasó seis meses en la Cleveland Clinic y, a su regreso, se incorporó al sector de cirugía laparoscópica del hospital. En 2008 él y otros colegas lograron incorporar el primer sistema robótico del país.
Una vez lograda la incorporación del robot, Villamil regresó al Methodist Hospital de Houston para realizar una capacitación formal en cirugía robótica. Desde ese momento, pasó a ser su principal área de desarrollo y dedicación. El tiempo pasó, y la tecnología evolucionó: ese primer robot fue reemplazado en 2014 por otro de nueva generación, que continúa operativo, y en 2025 incorporaron la nueva plataforma robótica “Toumai”.

¿Operados por un robot? ¿Qué significa realmente?
Su primera aseveración despeja cualquier fantasma o imaginación fantasiosa que uno pueda tener sobre el tema: “La cirugía robótica no reemplaza al cirujano, sino que potencia su capacidad técnica y le brinda mejores herramientas para trabajar. Exige entrenamiento riguroso y trabajo en equipo multidisciplinario. Es la evolución natural de la cirugía laparoscópica: conserva los beneficios de la mínima invasión y suma visión tridimensional, una precisión superior y un control más seguro de los movimientos”, explica.
Lo que más le llamó la atención de operar con robots, dice, fue la rápida recuperación y el escaso dolor postoperatorio de los pacientes operados con cirugía mínimamente invasiva en comparación con las cirugías de grandes incisiones.
La mirada 3D de Toumai
El sistema “Toumai” es un robot que ayuda a los médicos a ver el interior del abdomen en imágenes muy claras y en 3D, con un aumento 10 veces mayor. Esto sirve para diferenciar bien las zonas que se deben operar de las que hay que cuidar, evitando daños.
El robot tiene una consola donde el cirujano maneja brazos mecánicos que imitan sus movimientos sin tiemblos, una cámara que muestra todo en 3D y un sistema que permite hacer cirugías a distancia usando internet rápido.

Gracias a “Toumai”, las cirugías son más precisas, causan menos sangrado y dolor, y ayudan a que las personas se recuperen más rápido y puedan salir antes del hospital.
“Los robots funcionan en un modo “amo–esclavo”: responden a las acciones del cirujano responsable de cada procedimiento. El sistema permite una mejor visualización del campo operatorio —con aumento de 10x y en tres dimensiones— y movimientos articulados de los instrumentos. Esto permite resecar tumores a través de incisiones mínimas, con menos dolor y recuperación más rápida”, explica.
“Son cirugías que tienen tiempos de internación más breves”
“Nosotros, al principio, éramos cautelosos. La verdad que los resultados nos sorprendieron y durante muchos años veníamos diciendo que este tipo de procedimientos tenían resultados superadores a otros tipos como laparoscopía convencional y sumado que hoy hay cada vez más centros que empiezan a sumar cirugía robótica hoy hay más acceso, más gente habla y los pacientes relatan también los resultados”.

¿Cuándo fue la primera intervención con un robot?
La primera cirugía robótica fue en julio de 2008: una prostatectomía radical por cáncer de próstata en el hospital. Entramos al quirófano ansiosos, pero seguros del entrenamiento que habíamos realizado y con muchos años de experiencia en cirugía laparoscópica estándar.
¿Cuántas cirugías hiciste con robots?
Llevamos más de 17 años trabajando en cirugía robótica, con más de 2.500 procedimientos urológicos por patologías oncológicas.
¿Para qué tipo de pacientes o patologías resulta más recomendable el uso de esta tecnología?
En urología se utiliza principalmente para tumores localizados de próstata, con elevada tasa de curación solamente con cirugía. La tecnología disminuye notoriamente el sangrado, con escasísimo índice de transfusiones, escaso dolor y en la mayoría de los casos alta precoz (24 horas).

En los casos de tumores localizados (sin compromiso extra prostático) el sistema “Toumai” es muy útil para respetar las estructuras anatómicas involucradas en la continencia de orina y la función eréctil del varón. Permitiendo en dichos casos la preservación de ambas funciones mejorando de manera integral la calidad de vida de los pacientes.
También se utiliza en tumores renales complejos, donde se busca quitar solo el tumor respetando el resto del riñón. En casos seleccionados puede emplearse en tumores vesicales o cirugías reconstructivas del aparato urinario.
¿Cómo reaccionan los pacientes antes, durante y después de la cirugía con robot?
En los inicios teníamos que explicarles detalladamente qué significaba la cirugía robótica. Hoy, muchos pacientes ya vienen con la idea de operarse con esta tecnología.
¿Qué objetivos tenés como médico?
Curar al paciente tratando de alterar lo mínimo posible su calidad de vida.

La medicina argentina marca un nuevo hito con la incorporación del robot quirúrgico “Toumai”, el primero en el país. Este avance inaugura el Nuevo Programa de Cirugía Robótica Endoscópica Mínimamente Invasiva, y a partir de ahora, su uso se expandirá a Cirugía General, Ginecológica, Pediátrica y Trasplante, reemplazando técnicas laparoscópicas o convencionales. Este salto permitirá realizar procedimientos de mayor complejidad con más precisión, seguridad y menos operaciones invasivas para los pacientes.
