Publicado: julio 19, 2025, 8:46 am
La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, llamó este viernes a procesar a altos funcionarios de la Administración del expresidente Barack Obama por presuntamente conspirar para deslegitimar la victoria del ahora mandatario, Donald Trump, en las elecciones de 2016.
Las agencias de Inteligencia, que han divulgado su investigación sobre esta presunta «conspiración», acusan a funcionarios del demócrata de filtrar declaraciones falsas a medios de comunicación, entre ellos The Washington Post, afirmando que Rusia intentó interferir a través de medios cibernéticos en el resultado de dichos comicios presidenciales. «Por muy poderosos que sean, todos los implicados en esta conspiración deben ser investigados y procesados con todo el peso de la ley para garantizar que nunca vuelva a ocurrir algo así», apunta Gabbard en un comunicado.
Agrega que la información publicada este viernes demuestra que existió «una conspiración traicionera» gestionada por altos funcionarios del Gobierno de Obama cuyo objetivo era «perpetrar lo que, en esencia, fue un golpe de Estado prolongado durante años».
Gabbard afirma que ha entregado los documentos de dicha investigación al Departamento de Justicia con el objetivo de que «se haga la justicia que merece tanto el presidente Trump y su familia como el pueblo estadounidense». Según la investigación, el 9 de diciembre de 2016 la Casa Blanca reunió a los máximos responsables del Consejo de Seguridad Nacional en un encuentro en el que participaron el entonces director de Inteligencia Nacional, James Clapper, y otros altos cargos de la Administración como John Brennan, Susan Rice o John Kerry.
Tras la reunión, el asistente de Clapper habría enviado un correo electrónico a los líderes de los departamentos de inteligencia encargándoles una revisión «a petición del presidente» basada en información fabricada o que no se consideraba creíble sobre una posible interferencia rusa. «Se trataba de inteligencia politizada que se utilizó como base para innumerables difamaciones que buscaban deslegitimar la victoria del presidente Trump», anota el comunicado, y subraya que estas acusaciones llevaron a una investigación que duró años y a tensiones «exacerbadas» entre EEUU y Rusia.
En 2016, el exdirector del FBI James Comey lideró una investigación sobre la llamada «trama rusa» en las primeras elecciones ganadas por Trump, quien tras asumir el poder lo despidió de su puesto.